lunes, 10 de mayo de 2010

en el Día del Periodista, La Prensa destaca que después de la Iglesia los medios gozan de la confianza popular

El Día del Periodista que se celebra este 10 de mayo encuentra a la prensa nacional fortalecida por el respaldo de la sociedad, que la ha puesto en el segundo lugar de su confianza después de la Iglesia Católica.

Ese reconocimiento constituye un motivo de satisfacción en esta fecha en que los periodistas celebran su aniversario y que encuentra a la prensa acosada por quienes quieren no sólo acallarla, sino ponerla al servicio de sus intereses ideológico políticos.

El periodismo boliviano ha experimentado en los últimos años el mayor acoso y represión que se recuerde en democracia.

Es cierto que en el pasado hubo intentos de otros ostentadores del poder político de imponer leyes para silenciar al periodismo, que siempre fue y será un servidor de la sociedad sin importar quiénes se encuentren al mando de la nación. Pero también hay la convicción de que ahora o mañana habrá pretensiones de conculcar la libertad de prensa y esconder bajo la alfombra la basura de malas gestiones o hechos irregulares.

Quienes piensen así deberán estar conscientes de que la libertad de expresión, en la que está inmersa la de prensa, es el derecho fundamental que garantiza la vigencia de un sistema democrático. Deben comprender que sin plena libertad de prensa, no habrá democracia por mucho que pregonen su vocación democrática a los cuatro vientos.

La libertad de expresión y de prensa es sinónimo de democracia, y ésta hay que preservarla porque es, con todas sus deficiencias, el mejor sistema descubierto para una convivencia civilizada y pacífica. Por ello, los organismos internacionales no sólo la inscribieron en las declaraciones universal y regional de los derechos humanos, sino que buscan profundizarla.

Para ello han acordado y los Estados se han comprometido a despenalizar los delitos de prensa de desacato y calumnia contra funcionarios públicos y a dictar leyes que hagan efectivo, y con un mínimo de restricciones, el acceso a la información pública.

Existen funcionarios públicos en diversas partes del mundo que, con el pretexto de preservar su intimidad, quieren esconder hechos que dañan al Estado y de esa forma quedar impunes.

El tener una ley de acceso a la información es una obligación que se han impuesto a sí mismos los Estados al refrendar aquellas normas internacionales de lucha contra la corrupción. Se considera que ella facilitará el descubrimiento de actos irregulares de aquellos funcionarios que usan el poder para beneficio propio o de sus intereses particulares.

Bolivia es uno de esos Estados, pero que no ha incumplido hasta ahora su compromiso. Los periodistas bolivianos exigen en este día una ley, con las menores excepciones, que facilite la tarea investigativa y así cumplir más eficientemente con la misión de fiscalizar al Estado.

Al cumplirse el Día del Periodista, La Prensa rinde su homenaje a sus periodistas y a todos quienes están realizando esta tarea en otros medios sin importarles las agresiones físicas o verbales y sin fijarse en los riesgos que corren, con tal servir honestamente a esa sociedad que confía en ellos más que en muchas otras organizaciones, incluyendo al Gobierno.



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