jueves, 11 de junio de 2009

pasada la elección viene el trabajo, la lucha, los resultados para unir solidariamente a toda Europa, 27 naciones


La Europa post electoral

Mauricio Aira

Los grandes desafíos del futuro son mundiales porque las economías y los mercados están fuertemente ligados a tiempo que los problemas sociales se van haciendo más transnacionales, según se puede deducir del reciente plebiscito para el Parlamento Europeo cuyo análisis no termina. Lo que sucede llama la atención puesto que al reclutar mano de obra allí donde se encuentranse asocia con la internalización de la delincuencia. Los productos tóxicos se extienden con el viento propio de la primavera y las mercaderías en un mercado global que no puede controlar todo el contrabando con injerencia en la red para la oferta y la demanda a golpes de dedo.

La democracia se adapta a lo transnacional cuando el Estado resulta demasiado pequeño para solucionar los problemas cotidianos. La EU asume la voluntad política de crear contrapesos a la arremetida de los mercados, colaborar entre sí para enfrentar la dificultad colectiva, de ahí que como efecto de la crisis económica, según lo referimos en artículo anterior surge el nuevo Tratado de la EU que ratifica los términos de un tratamiento de consulta, antes de presentar al Parlamento la decisión sobre la propuesta.

Cuando la actual administración de burgueses coaligados tomó el poder en Suecia y cerca de los 10 años de su ingreso a la Unión, podía sentirse orgullosa de haber contribuido con un empleo pleno, con un ejemplar aumento en la igualdad de género y en el desarrollo ecológicamente sostenible. Si bien reconocían el rol jugado por la socialdemócrata Anna Lindh (fallecida en circunstancias dramáticas en un supermercado de Estocolmo) por su compromiso en la tarea de consolidar la paz entre el este y el oeste de Europa. Se había dado apoyo a Bulgaria y Rumania para su ingreso a la Unión y el inicio de un programa de incentivar contactos con Turquía elevando la vigencia de los derechos humanos especialmente para la minoría kurda y se apoyó la iniciativa del ingreso de los Balcanes. Suecia había contribuido a profundizar el diálogo con Rusia e intensificar los contactos con países como Ucrania y los Caucásicos.

Se venía trabajando en la protección del medio ambiente en varios rubros como protección a la diversidad geológica, a los valores geológicos en lagos y cursos de agua, al ambiente marino, mejorando la indemnización por daños petrolíferos causados por emisiones de cisternas y logrando acuerdos para el mejor control de la pesca, se había venido intensificando la unión solidaria, las consideraciones ecológicas y el crecimiento económico de la región. Todo marchaba viento en popa hasta el estallido de la crisis que ha significado, si bien no la suspensión del ambicioso programa, al menos su retraso para dar prioridad al empleo y la economía, cuando se realizaron las elecciones que modificaron ligeramente las fuerzas políticas con una predominancia del ala derechista, aunque en Escandinavia no hubo mayores sorpresas en términos generales a pocas semanas de tomar Suecia la presidencia de la Unión que será transferida después de seis meses al reino de España.

Habrá una reforma de la política agrícola concentrándola en los nuevos países miembros y reduciendo el gasto que acusa tendencia alcista. De nuevo mencionamos a Suecia por el liderazgo que asumirá el uno de julio, por lo que viene trabajando en temas globales y por una política comercial europea para fomentar el crecimiento y contribuir a romper la marginalidad de los países más pobres en la economía mundial. Todos estos asuntos que eran atendidos por la Cancillería pasan al despacho del Gabinete del Primer Ministro.

Se tiene muy claro que llegó la hora “de dar nuevos pasos para aumentar la justicia y la seguridad y para hacer de Suecia un mejor país donde vivir” se había declarado en el inicio de una gestión que ha cumplido tres cuartas partes y que asume, como en otro momento a la cabeza de Göran Persson la conducción de la Unión Europea. La visión de “un hogar verde para los europeos” retoma la arena del debate, ecológicamente sostenible, al proteger la salud, el medio ambiente y una política de bienestar sin abandonar los principios de un aumento de la solidaridad y una más justa distribución de los bienes de la tierra.

La capacidad de Suecia para contribuir a la solución pacífica de conflictos será consolidada y aplicada a nivel de la UE, intensificando esfuerzos para lograr la paz en el Cercano Oriente, con un Israel de fronteras seguras y reconocidas y una Palestina creada con democracia y en libertad. Las Naciones Unidas tendrán un papel central en la reconstrucción de un Irak libre de guerras y despotismo. Contra el genocidio, el asesinato en masa y la limpieza étnica la UE colaborará estrechamente con el secretario General de la ONU para que cesen los abusos en todo el mundo y se construyan caminos hacia la paz, la seguridad y la reconciliación. Se ha vuelto a recordar el pensamiento vivo de Olof Palme “el bienestar da independencia y libertad de movimiento. Hace fácil respirar y ver a nuestro alrededor, se despierta la voluntad de conquistar el mundo para influir y cambiar, para descubrir y renovar. Tenemos fuerzas para tomar impulso aún cuando la perspectiva de éxito sea menor…liberados de la parálisis del miedo las ganas de vivir crecen y se extienden de persona a persona”

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