miércoles, 13 de mayo de 2009

Claro que temen por su vida, por su seguridad, por su libertad, por ello piden asilo. Evo se agarra de los pelos. Exiliados "en democracia" baldón...


El hecho de que el presidente Evo Morales llamara “delicuentes” a los ex ministros de Goni que piden asilo en Perú, apuró al Gobierno de este país otorgarles ese beneficio. El Canciller peruano José Antonio García Belaúnde dijo que Evo, al llamarlos “delincuentes” sin ser juez, dio la señal de que se trata de un proceso político.
García Belaúnde informó que Perú dio refugio a otros dos ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada, Mirtha Quevedo y Javier Torres Goitia, incluidos en un proceso judicial, después de que el presidente Evo Morales pidió a Perú no convertirse en guarida de “delincuentes”.
"Hemos considerado que corresponde tanto asilo como refugio. A los otros dos (ex ministros) se les ha otorgado el refugio el día de ayer (lunes)", dijo García Belaúnde, quien el fin de semana había anunciado el asilo para Jorge Torres Obleas.
El Gobierno anunció que responderá a Perú por la vía diplomática. David Choquehuanca se reunió ayer con Evo.
García Belaúnde sostuvo que Evo ejerce su labor como Jefe del Estado, y que a pesar de no encontrarse dentro de sus atribuciones la administración de justicia, ya dictaminó que sus compatriotas “son delincuentes”.
“No tenemos ninguna información de algún juez independiente que diga eso. Sólo hay una acusación del señor Morales que tiene todos los signos y todas las características de ser un proceso político”, refirió.
Asimismo, el Canciller peruano confirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores entregó “una nota de protesta muy seria” al embajador de Bolivia, Franz Solano, por los comentarios insultantes del presidente Morales contra su par peruano, Alan García. Morales llamó “chabacano” a García por haber concedido asilo a Torres Obleas.
“Eso no se condice con la investidura que tiene como Jefe de Estado de un país con el cual Perú tiene una relación histórica importante”, comentó.
La decisión de Lima de darle asilo al ex ministro Jorge Torres Obleas y el anuncio de que estudiaba las solicitudes presentadas por Mirtha Quevedo y Javier Torres Goitia, le costó duras críticas al Gobierno peruano por parte de Morales, lo que volvió a tensionar las relaciones entre los dos países.
El fin de semana y el lunes pasado, el presidente Morales dijo que "antes los delincuentes se escapaban a EEUU cuando George Bush estaba de presidente, ahora los delincuentes se escapan al Perú, porque el Presidente peruano protege a estos delincuentes". Morales también llamó a García "chabacano", lo que causó malestar en varios sectores políticos de Perú.
El presidente García, sin embargo, se abstuvo ayer de responder a Morales. “Evo es así”, se limitó a decir el mandatario peruano para quien una eventual respuesta de su parte “no contribuye a fomentar la buena vecindad”. "Creo que tenemos mucho más que ganar en la relación cordial que en los adjetivos, y no creo que contribuya a ese propósito que yo le responda al señor presidente Evo Morales", dijo García a los periodistas.
No obstante, el Canciller rechazó que Perú haya sido calificado con términos insultantes por parte del presidente Evo Morales, quien exigió al Gobierno peruano que expulse a los tres ex funcionarios incluidos en un juicio de responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2000-2003) por 63 muertes durante protestas antigubernamentales en 2003.
"Diga lo que diga el señor Morales, el Perú actuará de acuerdo con su tradición y no de acuerdo con lo que él (Morales) quiere.
El señor Morales manejará su país como le dé la gana, pero no va a pretender determinar cuál es la política de Perú", expresó.
Torres dice que no regresará
El ex ministro Jorge Torres afirmó ayer que permanecerá en Perú hasta que en Bolivia se le ofrezcan las mínimas condiciones para tener un proceso justo y negó las acusaciones en su contra.
"Mientras no se den las condiciones mínimas necesarias para un debido proceso, el Estado peruano, a solicitud mía, ha decidido brindarme protección" bajo el estatuto "de asilado político", afirmó Torres, en una solicitada publicada ayer en la prensa peruana.
El ex ministro de Desarrollo Económico, que dijo que salió de Bolivia rumbo a Lima a principios de febrero, recordó que no figuró como acusado en las primeras demandas que se presentaron contra el ex presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada, que huyó a EEUU, apenas dimitir. "Ninguna de las proposiciones acusatorias presentadas por los hechos de octubre de 2003, incluida la del entonces diputado Evo Morales, me acusó", afirmó Torres. El ex ministro señaló que fue incluido en la fase final de la acusación en la Corte Suprema de Justicia, por el delito de masacre sangrienta, cuando una abogada del propio ex presidente Sánchez de Lozada pidió su procesamiento.
La ex ministra Mirtha Quevedo, en declaraciones en Lima, el pasado lunes también alegó que abandonó Bolivia ante la falta de garantías y la imposibilidad de no tener un proceso justo.

(La crónica aparece en Los Tiempos y los diarios del grupo Líder)

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