“Mi respaldo pleno a la agencia ANF. Creo que el Gobierno no tiene ningún sustento de fondo ni de forma para abrir un juicio en su contra”, escribió el ex mandatario en su cuenta de Twitter al comentar las acusaciones gubernamentales sobre una supuesta distorsión de un discurso presidencial.
Por su parte, el líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria, denunció que la “campaña” contra el director de la agencia, el sacerdote jesuita José Gramunt, “se agudiza”.
"Mañana será otro y así (hasta) terminar con (la) libertad de expresión”, comentó Doria Medina por la misma vía de Twitter.
En un mensaje previo, el líder opositor expresó su solidaridad con el padre Gramunt. “No hay mal que por bien no venga, a sus 90 años sigue luchando, escribió.
“El golpe que quieren dar a ANF es parte de la estrategia de poder total del oficialismo”, añadió.
El gobierno acusa a ANF de haber “distorsionado” el discurso que pronunció el mandatario en Tiahuanacu, en el que afirmó que en el oriente boliviano, “donde todo el año se produce”, a diferencia del Altiplano, “sólo por flojos podemos hambrear”, y de haber provocado con esa información protestas contra Morales en la ciudad oriental de Santa Cruz.
Morales dijo textualmente: “En el oriente boliviano, donde todo el año se produce, yo digo solamente por falta de voluntad podemos ser tan pobres o no poder tener alimento, mientras en el Altiplano es diferente: si hay helada, si no hay lluvia, si hay granizada, no hay alimento, es una verdad eso, pero en el oriente no, sólo por flojos podemos hambrear”.
ANF ha rechazado terminante las acusaciones gubernamentales.
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