jueves, 21 de noviembre de 2013

Marcelo Ostria Trigo nos sorprende de nuevo con un texto magistral sobre República, Democracia y Corrupción. Gracias Marcelo.

“El origen de la palabra república nos enseña mucho; significa gobernar para todos, en un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” (Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, en Twitter, 16.11.2013). La mandataria brasileña recuerda así uno de los más célebres grandes discursos: 

el pronunciado por el presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln, en el Cementerio Nacional de los Soldados estadounidenses, en la ciudad de Gettysburg, Pensilvania. En solo 300 palabras, es decir, en dos o tres minutos, el presidente Lincoln definió el carácter de un gobierno democrático. 

Precisamente el 19 de noviembre se cumplieron 150 años de la que ya se conoce como la ‘oración de Gettysburg’, que ha quedado como enseñanza de lo que, en esencia, es el deber de los gobernantes.


La presidente Rousseff, no solo ha invocado la famosa frase del presidente Lincoln: “Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra”. Ha definido, también con notable precisión, el concepto moderno de una república: contar con un gobierno, electo por los ciudadanos, que, además de ser del pueblo y para el pueblo, proteja las libertades democráticas. 

Estas afirmaciones de la mandataria coincidieron con la detención de José Dirceu, cabecilla de la red de corrupción ‘Mensalão’ y que fuera poderoso ministro del expresidente Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva.

En este asunto, son actitudes encomiables: la de la Corte Suprema del Brasil, que demostró su independencia del poder político; que en ese país no hay ‘judicialización’ de la política –como sucede en los regidos por el neopopulismo–; y la reafirmación de la presidenta Rousseff de que su Gobierno luchará contra la corrupción, así provenga de su tienda política, el PT.

 Así se reconoce que la corrupción es tan dañina para la democracia como la conculcación de las libertades ciudadanas y el empeño en usar la justicia como instrumento político del régimen, para perseguir a los que piensan diferente; más aún cuando se lo hace con la fuerza del Estado que, al fin, es de todos.
El concepto de lo republicano es uno de los elementos esenciales de la democracia y, como lo afirma la presidenta Rousseff, “significa gobernar para todos, en un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, cuya libertad, así lo decía Don Quijote de la Mancha, el personaje del gran Cervantes, “es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”

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