lunes, 21 de octubre de 2013

Jacqueline Patiño con esa pasión de justicia que le caracteriza clama por la muerte de José María Bakovic por no vender su conciencia, por no aceptar la corrupción. por Bolivia nuestra Patria.

José María Bakovic fue un hombre que murió por su integridad y sus valores, y por tener muchos kilos de conciencia. Fácil era para él venderse, hacerse el loco, o dejar pasar la hipercorrupción en el Servicio de Caminos, hoy ABC. No lo hizo y le costó la vida.
Su muerte es una más en la larga lista de muertes directas e indirectas del gobierno socialista. Pero esta muerte marca un hasta aquí. Esta muerte es un garrotazo a nuestras conciencias. Nos ha hecho tambalear en todas nuestras creencias, y nos ha hecho pensar en el tipo de gente que somos adentro, donde nadie más que cada uno entra.
La conciencia es eso que nos diferencia del resto de la vida en la naturaleza, que tiene solo conciencia colectiva, mientras que nosotros tenemos conciencia colectiva y conciencia individual. Yo quiero que entres hoy en tu conciencia individual, y te liberes de la conciencia colectiva que te lleva a pensar igual que el resto de los mortales bolivianos.
Quiero que te liberes de la dominación que ejercen los medios socialistas, la ideología del socialismo, y los ideales locos de juventud socialista de matar para quedarse en el poder. Quiero que entres en tu conciencia de Buen Boliviano y la toques, la abraces, y veas cuánto pesa. Si pesa un gramo o más, estás bien. Estás bien porque sabes diferenciar la maldad de la bondad. Lo grosero de lo normal. Lo embustero de lo verdadero. Y entonces, estamos todos bien.
Estamos bien porque tenemos esperanza. Esta muerte nos hace pesar nuestras conciencias y sabemos que pesan más de un gramo. Por tanto, vamos a dejar de ser simples seguidores para comenzar a discernir, y alejar de nosotros así, a la maldad, la grosería y los embustes. Si. Por fin podemos sacar fuera lo que tenemos dentro: Un noble corazón.
Porque no hay clases sociales. Hay clases de corazón. Lo mismo hay ricos de mal corazón que pobres de mal corazón. Lo mismo hay ricos con corazones de primera, como pobres con corazones de primera. La cantidad de plata que tengas, no te diferencia de nadie. Lo que te diferencia es tu corazón.
Por eso, a partir de hoy, vamos todos a unir nuestras voluntades. Vamos a armar nuestra propia conciencia con valor y con valores que nuestro corazón de primera clase nos provee. Y le vamos a decir clarito al poder judicial, a la policía y a los ministros que gobiernan el país, que no queremos su violencia judicial, ni su violencia política, ni su violencia económica. Vamos, entre todos, a cuidarnos y cuidar nuestro país. Así, nuestra conciencia colectiva va a ser por fin el reflejo de lo que realmente somos.
Somos el país más rico del mundo, no porque haya plata, sino porque estamos acá nosotros, los Buenos Bolivianos, que Somos Muchos, y que vamos a lograr nuestro progreso en base a nuestro corazón de primera clase. Ese que siempre nos acompaña. Ese que ningún tirano puede doblegar. Ese, que es el legado que vamos a dejar a nuestros hijos.
Te invito a que te unas. Pídele perdón al Universo, a Dios, por haber sido parte de la grosera violencia que nos ha subyugado hasta hoy, y ven a caminar con nosotros. Tú eres un líder. Tú tienes el poder dentro de ti, en tu noble corazón, de cambiar la realidad violenta hacia una realidad No Violenta. Vamos a tomar acción! Vamos a definir qué podemos hacer cada uno, desde nuestro lugar, y hacerlo. Vamos, entre todos, a vencer el monstruo de la violencia estatal, judicial, narcotraficante, política y callejera que nos han agobiado hasta hoy.
Vamos que podemos! Vamos que juntos, entre todos, hacemos una gran diferencia.

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