sábado, 23 de junio de 2012

Opinión ha realizado un excelente trabajo de información sobre el amotinamiento de policías en varias crónica (segmento) que reproducimos. la foto es ilustrativa

todos con armas. todos encapuchados. subidos a techos y azoteas esperan resultados del diálogo
Los testimonios sobre porqué ese monto no les alcanza para mantener a una familia son muchos. A este motivo se suma el rechazo a la Ley 101, que a un año de su promulgación, ha “hecho llover procesos para los policías de bajo rango, quitándoles el derecho a hablar y a defenderse de una denuncia que puede ser una venganza incluso”. Por ello exigen su derogatoria y la creación de una Defensoría de la Policía, pues se sienten desprotegidos por sus jefes y por el Gobierno. Creen que las Fuerzas Armadas son el sector mimado por el Gobierno, “pues a ellos les incrementan su sueldo aunque no lo pidan, les dan bonos y se jubilan con el 100 por ciento de su salario”.

Pero a estos motivos “formales”, se suman otros “subterráneos” que se pusieron en evidencia en las últimas horas, cuando policías de la tropa golpearon a oficiales ante los que siempre bajaron la mirada. Los efectivos de base aseguran que se cansaron de los abusos de oficiales y jefes, que no sólo los tratan como a “pongos” y “agentes recaudadores” para seguir solventando su sistema de privilegios, sino que además se “han rendido ante el poder de turno y cuando los movimientos sociales nos agreden, no nos defienden como dice la ley, no presentan denuncia siquiera, estamos abandonados y para ellos, incumplir la Ley 101 no significa nada, para nosotros es castigo tras castigo, es humillación tras humillación”, dijo un amotinado de la UTOP. “La brecha entre oficiales y tropa está rota, sólo una refundación de la Policía logrará componerla”, dijo un oficial. 

La Ley 101 prohíbe a los policías declarar y defenderse

La Ley 101 del 4 de abril de 2011, llamada Ley del “Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana” es considerada draconiana por los policías de base porque atenta contra sus derechos constitucionales al debido proceso. Si un policía es denunciado, debe ser removido de su cargo de inmediato, sin opción a defenderse. Lo peor es que los tribunales disciplinarios de la Policía están repletos de procesos contra policías de bajo rango, pero existen muy pocos contra oficiales, jefes, coroneles y generales. Ejemplos hay muchos. Policías de bajo rango que fueron golpeados y lesionados por jefes y que se animaron a denunciarles, resultaron “cambiados” a destinos alejados de sus familias. Nadie los defiende, pero los jefes se protegen entre ellos. 

Quieren los sueldos, el bono y la jubilación de los militares

“El Ejército es el espejo de la Policía en cualquier país del mundo, menos en Bolivia”, expresó ayer uno de los policías amotinados. “Tenemos jerarquías similares y somos uniformados, pero no somos tratados por igual por el Gobierno”, dijo. No sólo existe diferencia salarial, sino también en bonos y en el tipo de jubilación . Las Fuerzas Armadas reciben un bono de lealtad y los policías de bajo rango exigen un bono “de riesgo” porque cuando salen heridos en choques contra delincuentes, tienen que convertirse en mendigos para recibir curación. El Gobierno no los ayuda. Un suboficial primero de la Policía, ya jubilado y que trabajó 39 años, tiene una jubilación de 1.230 bolivianos según su papeleta. “Tengo 5 hijos, no me alcanza”. Otro efectivo cobra Bs 900 por los descuentos de Musepol y del seguro de salud. “Dimos la vida a la Policía y nadie nos ayuda”, dijo. 

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