viernes, 26 de marzo de 2010

una buena iniciativa "la hora del planeta", pero en qué porcentaje puede ayudar realmente? La Nación elogia la iniciativa


La Hora del Planeta es una iniciativa global del WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, según sus siglas en inglés) que consiste en que los individuos, escuelas, organizaciones, empresas y gobiernos apaguen sus luces durante una hora para votar simbólicamente a favor de acciones contra el cambio climático.
No es una campaña para ahorrar energía, sino un acto simbólico para reflexionar acerca de nuestra relación con el planeta y de las consecuencias de las acciones humanas.
Se trata de la mayor campaña global en defensa del medio ambiente. En 2009 participaron más de 4000 ciudades en 87 países, incluyendo la Argentina. Este año ya se suman 92 países.
Frente al débil compromiso de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en diciembre, éste es un claro mensaje que toda la sociedad emite solamente al apagar las luces por una hora en todo el mundo. La oscuridad sirve para alertar y solicitar medidas para contrarrestar el cambio climático.
Se trata de una alerta, un mensaje a todos los habitantes -pero en especial para los dirigentes- que pone de relieve la pobreza de las decisiones tomadas hasta el momento y la necesidad de extremar acciones para contrarrestar y prevenir el cambio climático. Es que resulta imprescindible alcanzar un acuerdo para apoyar el desarrollo y la implementación de políticas que apunten a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a pensar en un futuro en el que la sociedad pueda desarrollarse en armonía con la naturaleza.
La Hora del Planeta tendrá lugar mañana entre las 20.30 y las 21.30. En todos los países, siempre a esa hora, se irán apagando luces por sesenta minutos, como un dominó de husos horarios que va recorriendo el planeta.
El año pasado, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, sumó a la ciudad autónoma de Buenos Aires a la Hora del Planeta 2009, y así se oscurecieron varios monumentos de la ciudad: el Obelisco, el Monumento de los Españoles, la Pirámide de Mayo, el Monumento al General San Martín, el Monumento al Congreso y la plaza Rubén Darío.
También se sumaron hasta el momento cinco universidades: el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), la Universidad Austral, la Universidad de Palermo, la Universidad de San Andrés y la Universidad Torcuato Di Tella, y 33 empresas de diversos sectores económicos. Se exhibieron, por una semana, 1336 afiches en la vía pública y se realizó un show en la plaza Rubén Darío para celebrar con todos los porteños la iniciativa.
Si bien WWF es la organización principal que concibió la Hora del Planeta a nivel mundial, esta actividad es coordinada por la Fundación Vida Silvestre Argentina y cuenta con el apoyo de otras organizaciones año tras año.
Sería deseable que este año la repercusión fuera mayor: hay monumentos emblemáticos en todo el país que con sólo apagar por una hora su iluminación pueden acompañar esta iniciativa global, y ello contribuirá a una mayor difusión de un problema que nos concierne a todos los hombres sin importar edad, raza, religión, nivel de ingresos o ubicación en diferentes lugares del planeta. Los ciudadanos y las empresas pueden hacer lo mismo. Es un modo de estar unidos por un problema cuya solución requiere de todos nosotros.

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