domingo, 29 de septiembre de 2013

continuamos con el eco a la visita de EMA a la ONU y su malhadado discurso. Daniel Pasquier en tono conciliador aunque firme analiza y proclama "Otro mundo es posible!"

Hay momentos y oportunidades que se deben aprovechar al máximo. Uno de ellos es la 68 Asamblea General de la ONU en New York, en la que participa Evo Morales, sea para expresar posiciones sobre temas de interés mundial y, en lo principal, de interés nacional: el reclamo histórico de la cualidad marítima perdida en la Guerra del Pacífico con Chile, o temas contingentes a la situación de los derechos humanos, el respeto a los tratados internacionales, el narcotráfico, etc., así lo exigen.
El amor tiene al odio como su contraparte. Las relaciones internacionales se mantienen gracias a la tolerancia, virtud capital para conseguir la cooperación, la complementariedad y la paz, donde existen multitud y casi siempre encontrados intereses. Pierde atención y legitimidad quien intente imponer criterios a un mundo plural y diverso, por naturaleza. Por ignorancia de la historia o, por una inclinación personal proclive al autoritarismo, hay que ir con ánimo de “resolver problemas” o, al menos, para intentarlo; nunca para “crearlos”. La ONU, a pesar de sus deficiencias, es una organización “creada como una esperanza y un sueño de paz para la humanidad”. Hay un margen para el toque “personal”, pero dentro de un marco de respeto. Hay excepciones, raras, como la de Nikita K. golpeando la mesa con su zapato en la Sesión que trataba la crisis de los misiles en Cuba.
Mencionar con dientes apretados experiencias personales, infantiles o de adulto, por demás conocidas y repetidas, es de mal gusto e inoportuno. Predispone de forma negativa al auditorio. Peor si tras ello, de manera nada original se plantea “trasladar la sede de la ONU”, sin decir ni dónde ni cómo. Para todos, menos para Evo, es un tema difícil desde lo económico a lo logístico. ¿Pretende traerla al Chapare? Pronto estarán las condiciones materiales. ¿Estará dispuesto el conjunto de naciones?
¿Inseguridad en New York? ¿Y dónde no? Los amigos de Caracas muestran índices de criminalidad e inseguridad ciudadana entre los peores del mundo. ¿Alguien se atrevería a ir a Teherán o Bagdad? El mismo Chapare tiene ejecuciones extrajudiciales, y algunas recientes. Se podría instruir a los cocaleros, que son verticalistas, respetar una pausa durante el tiempo de la Asamblea. En definitiva, salvo Evo, es probable que los demás se sientan más inseguros con el traslado y la propuesta no pasa de ser un saludo a la bandera y pérdida de tiempo. Despotricar contra el capitalismo, igual, no resuelve nada.
Interesante sería poner a la entrada de la ONU la lista de países ricos y de países pobres en el mundo, labrada en granito. Riqueza = capitalismo, libertad económica; se podría evitar la otra lista, para no dejarlos en evidencia y en vergüenza. Los resultados del socialismo o el marxismo puro asumido por algunos gobiernos demuestran que no resuelven la pobreza en sus países, al contrario, la empeoran, con el agravante añadido de un costo inaceptable en libertades individuales y colectivas. Sería suficiente sugerir un tour corto por Cuba, Venezuela o Corea del Norte. Lo más patético, Evo mantiene el capitalismo en la economía, que sostiene a su gobierno: vende al mejor postor su gas, recursos minerales y hasta agroindustriales. Intenta un capitalismo de Estado, con malas experiencias en empresas públicas, pero sostiene al capitalismo “eficiente” público y privado.
¿Miedo al imperialismo? Levanta suspicacias los temores de Evo, flanqueado como aparece en la Asamblea por dos ministros cuestionados pública e internacionalmente por relaciones con el narcotráfico y el atropello a los derechos humanos. Más en concreto, con el atropello a los derechos de los pueblos indígenas, lo cual ha forzado al propio Defensor del Pueblo del Estado Plurinacional a pedir la destitución del Embajador ante la ONU y sea traído al país para que responda por delitos que pueden ser calificados de lesa humanidad. La cereza sobre la torta ha sido que Evo en CNN reconozca la injerencia del Ejecutivo, él en persona, en el nombramiento del Dr Villena; en resumen, la Asamblea Legislativa Plurinacional se conduce por control remoto. Es probable que entre los motivos para tantas suspicacias esté en la memoria el caso del Gral. Sanabria, el My. Ormachea, y por qué no, del Gral. Noriega y el Cnl. Arce Gómez.
Imperialismos existieron y existen. Y no uno, varios, de colores y filiaciones distintas. Pero todos con el único y mismo interés, poder; hasta donde puedan o le alcancen las fuerzas. Es interesante el reconocimiento del presidente Evo, ¡Cuánta soberbia y prepotencia contra la humanidad! Bien se puede aplicar aquello de, “lo que le hicisteis al más pequeño, a mi me lo hicisteis”; lo ejecutado y practicado entre naciones, se practica entre pueblos, y entre conciudadanos. Los imperialismos internos existen y son tan brutales como los entre naciones; peor, pues está dirigido contra los propios, muchas veces llamados “hermanos”. ¿Acaso no hay 775 exiliados bolivianos por causa de persecución política en los últimos siete años? Y hay muertes extrajudiciales, y presos sin juicio y sin sentencia. Los indígenas del Tipnis, del Chaco, los del Conamaq, reclaman y denuncian estar “intervenidos y saqueados” por el gobierno de turno, ¿no es su gobierno?
Evo en la ONU utilizó esta bella expresión, ¡Otro mundo es posible!, sin fijarse quizás con autocrítica sincera cómo estamos en casa, lo que restaría fuerza y autoridad moral a su intervención. Además, la frase es antigua y original de los movimientos ecologistas del siglo XX, y fue cantada por Bono. El Vice, por otra parte, participa de la concepción imperialista, dictatorial, intolerante del Estado Plurinacional, y en ese contexto se debe interpretar que a un pueblo como Santa Cruz se le burle el entonar su Himno, en efeméride de su gesta libertaria, porque es símbolo, sobre todo, de la lucha contra el centralismo colonial, republicano o plurinacional.

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