martes, 1 de enero de 2013

olvidan que la mejor forma de igualar es con educación en lugar de que siga la repartija y que no se acabe la piñata. bajo el penoco. El Día.SC

La expropiación de cuatro filiales de la empresa española Iberdrola en Bolivia no ha causado el mismo malestar de antes en la península Ibérica. Los españoles están demasiado ocupados con su crisis, los desocupados y los desalojos de viviendas como para preocuparse de una compañía privada. Se han escuchado algunas voces que celebran la acción del Gobierno boliviano. Son los socialistas que añoran el “Estado de bienestar” que mandó a la lona a la economía y que de paso los sacó del poder cuando estaban alcanzar el desastre. Estos elogian el argumento de Evo Morales, que expulsó a Iberdrola por no haberles regalado energía a los pobres, en otras palabras, por no haber apelado a las tarifas demagógicas que siempre terminan por destruir las finanzas de cualquier empresa pública o privada. En esto de “igualar” y regalar los europeos tienen mucha experiencia y aun así hoy no saben cómo recuperarse, pues la gente exige a sus Gobiernos que siga la repartija y que no se acabe la piñata.  Los de allá y los de acá olvidan muy a menudo que la mejor forma de igualar a los ciudadanos es con la educación y aplicando la vieja fórmula de “enseñar a pescar en lugar de regalar el pescado”. Porque donde “se saca y no se pone, se busca y no se encuentra”.

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