martes, 9 de agosto de 2011

nadie. ningún otro gobierno recibió 50 mil millones de dólares de ingreso por los exhorbitantes precios del gas y el petróleo. dónde está tanto dinero? pregunta El Dia. SC


El presidente Morales ha insistido en su discurso del 6 de agosto que la economía boliviana va muy bien. Los argumentos para respaldar semejante afirmación son los mismos que el Gobierno viene machacando desde hace seis años: los precios internacionales de las materias primas que exporta el país son inmejorables, lo que asegura jugosos ingresos para el Tesoro General de la Nación y una acumulación inédita de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que han sobrepasado los 11 mil millones de dólares.

Otra de las cantaletas más usadas es la cantidad de dinero circulante en la economía nacional, que en los últimos seis años ha subido de los cinco mil millones de dólares a los 22 mil millones, según datos del Banco Central de Bolivia. También se habla de la eliminación de una parte de la pobreza extrema y recientemente, el primer mandatario se refirió a que cerca de un millón de personas que supuestamente han pasado a la clase media en el país, un dato que nadie había apuntado aún y que contradice precisamente el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En resumen, el presidente dijo el pasado sábado en Sucre que “hay mucha plata y que hay que gastarla en proyectos que beneficien a la gente”.

Es el mismo presidente el que, al mismo tiempo que trata de expresar las bondades del manejo económico de su régimen, pone en tela de juicio sus propias aseveraciones. Lo hace cuando afirma que precisamente una de las debilidades de su administración es la falta de inversiones. ¿Qué economía puede ir por buen camino cuando nadie quiere arriesgarse por diversos motivos, desde la inseguridad jurídica hasta el avasallamiento de la propiedad privada? Eso lo que provoca la falta de gas para abastecer a las industrias y la crisis en la generación de energía eléctrica. Y sin esos insumos ¿cómo es posible pensar en la industrialización, en el incremento de la producción y en la generación de empleos?

Hay plata. Es verdad lo del circulante. Pero no solo hay que ver de dónde viene tanta plata. Evo Morales ha dicho que también le preocupa el narcotráfico, que ha incrementado los índices de inseguridad ciudadana en el país (otra de sus aflicciones) y que provoca serias distorsiones en la economía, alienta la inflación y por supuesto, contribuye a la escasez de alimentos, precisamente porque hay muchos que prefieren sembrar coca y procesarla que sembrar papa o cultivar hortalizas. Sobra plata porque los empresarios prefieren guardar sus ahorros en los bancos antes que invertirlos.

Cómo se puede afirmar que una economía goza de plena salud, si cada vez son más grandes los números de las importaciones de alimentos y de combustibles y si bien las exportaciones siguen subiendo, pero lo hacen por un efecto de los precios, porque los volúmenes son cada vez menores, lo que indica que la producción se achica. Y no hablemos de la industrialización. En minería, Bolivia sigue vendiendo sus metales de la misma forma que lo hacía en la época de la Colonia, y en hidrocarburos se ha hecho poco y nada, lo que refleja que el país ha profundizado su vocación primaria, algo que podría ser letal en estos tiempos de crisis mundial que suele traducirse en una reducción de la demanda de materias primas.

Si vamos tan bien, como dice el presidente, por qué el país se está endeudando tanto. El Estado Plurinacional ha gastado 50 mil millones de dólares en cinco años ¿dónde están? Obviamente están en la burocracia, uno de los rubros que más ha aumentado recientemente y que explica en parte, que la deuda pública esté por llegar a los diez mil millones de dólares. Si ese es el buen camino, no queremos imaginar el destino.
Cómo se puede afirmar que una economía goza de plena salud, si cada vez son más grandes los números de las importaciones de alimentos y de combustibles y si bien las exportaciones siguen subiendo, pero lo hacen por un efecto de los precios, porque los volúmenes son cada vez menores, lo que indica que la producción
se achica.

No hay comentarios: