jueves, 4 de febrero de 2010

hace medio siglo que no hay una huelga general. la comunidad sueca y el gobierno están férreamente unidos en la defensa del Bien Común.

Socialismo y transporte

Mauricio Aira

Impensable que en un régimen socialista como Suecia un gremio como el de los transportistas vaya en contra del interés común. Otra cosa es que siendo además un socialismo democrático las medidas trascendentes e incluyentes no sean consensuadas con los protagonistas. De este modo al marcar el interés común, también nombrado como el Bien Común, y luego de un debate imprescindible las medidas más sensibles son adoptadas y se obligan a su cumplimiento moros y cristianos.

Habida cuenta la impresionante cantidad de muertos y heridos en los accidentes del transporte en Bolivia convendrá ilustrar la severidad y el rigor con que se maneja el transporte aplicando con mano de hierro sanciones tales que los transgresores de las reglas no los olvidarán jamás. Tres ejemplos. 1. Una persona dejó parqueado su automóvil cerca de la Iglesia donde asistió a un oficio religioso. De regreso a su coche encontró a la funcionaria escribiendo la papeleta con una multa de 400 bolivianos porque habían pasado 8 minutos después del tiempo pactado. De nada valieron las excusas que dio la interesada que simplemente “cumplía con su deber” la recaudadora. Diez días después la multa había sido depositada en la cuenta de la autoridad de tránsito. 2. Un ejecutivo atravesó una carretera con un coche flamante siguiendo a otro que iba delante suyo sin mirar el velocímetro. Algunos kilómetros más adelante fue detenido y notificado de haberse excedido en la velocidad permitida. Inútil alegar argumentos para eludir el pago de un mil bolivianos. La placa había sido fotografiada y pudo verse en la pantalla del policía. “Tenga cuidado porque la próxima vez tendrá la sanción de tres meses sin permiso de conducir”. 3. Un coche patrullero siguió a la conductora a lo largo de un condominio próximo al centro urbano e hizo detenerse a la conductora que fue invitada a salir de su coche e introducida al de la patrullera. “no llevaba usted cinturón de seguridad” lo pudimos comprobar el momento de hacerla detenerse. 600 bolivianos de multa indiscutible.

Los que conducen con algo de alcohol en el cuerpo reciben sanciones drásticas que van de la suspensión de conducir a la pérdida gradual de su licencia. Las inspecciones se realizan por sorpresa en medio de las carreteras a la hora y los días en que habitualmente se bebe más que de ordinario. Las sanciones son generalmente inapelables.

En cuanto a la revisión de los vehículos es obligatorio acudir una vez por ano a las instalaciones donde están las maquinas y el personal especializado que revisan minuciosamente el funcionamiento del coche y si tiene el equipamiento de emergencia. Linterna, triángulos de señalización, llanta de repuesto y botiquín de primeros auxilios. Si algo no está bien el propietario tiene algunas semanas para efectuar la reparación, efectuar un nuevo pago 300 bolivianos por cada inspección y regresar al taller donde le darán una papeleta de “aprobado o reprobado” en éste último caso debe salir de la circulación ya nomás.

La señalización de las vías funciona como un reloj suizo y las normas de conducir son cumplidas al pie de la letra, no obstante turistas o inmigrantes recién llegados reciben sanciones que hacen temblar los bolsillos por la primera vez, aunque la percepción general es que “las reglas son para ser cumplidas” porque son la base de la seguridad propia y el respeto a la vida de los demás.

Los permisos de conducir se conceden después de cumplir el solicitante los 18 años, de haber estudiado los manuales respectivos y rendir un examen teórico y otro práctico que se divide en dos partes conducción por calles y carreteras y en medio de los obstáculos que provoca la nieve y el hielo que son reglas muy especiales a tomar en cuenta en los meses de crudo invierno. Además todos los vehículos están equipados con llantas normales y llantas de invierno (que se cambian en marzo y recambian en abril). Nadie entiéndase bien, el hijo del Rey o de los funcionarios de gobierno puede aducir excepción al solicitar el permiso, los exámenes son rigurosos y se rinden ante tribunales de expertos, los últimos años en idiomas sueco o ingles.

Se explica entonces que Suecia acuse el menor porcentaje de accidentes según las estadísticas, siendo que las velocidades máximas están marcadas en las carreteras que cada vez son mejoradas y modernizadas. Es que la vida humana dentro del socialismo escandinavo es el mayor bien insustituible y único que conviene preservar previniéndolo de todos los peligros. Por lo demás hace medio siglo que Suecia no tiene ninguna huelga general. La poderosa Central Obrera (LO) recibe periódicos aportes de sus millones de afiliados que van a parar a fondos financieros que compiten con la bolsa en los negocios internacionales. Sus oficinas permanentes no dejan de atender en forma profesional las reclamaciones de los trabajadores y colabora con ello en temas prácticos a través de cursos cortos y largos, seminarios y estudios sobre asuntos puntuales como ser mercado de trabajo, asistencia a los desocupados, participación activa en el mercado de trabajo.

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