viernes, 24 de abril de 2009

el gobierno de Morales está tratando el caso del triple crimen como en "tiempos de la Inquisición" aseguró el Embajafor Matyas Jozsa al salir S.Pedro

El embajador húngaro afirmó el jueves que su país no apoya el terrorismo y aseguró no haber recibido un informe del gobierno boliviano sobre la muerte de dos connacionales, y la detención de otro, a quienes se acusa de planear un atentado contra el presidente Evo Morales.
En entrevista con la AP, Matyas Jozsa dijo que el gobierno no proporcionó ninguna información oficial sobre el caso, como señalan los convenios internacionales, sino un informe verbal del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, sobre los sucesos de la semana pasada. "No nos comunicaron ni de las muertes", acotó.
Asimismo, manifestó dudas respecto a que el supuesto líder del grupo, Eduardo Rosza Flores, llegó a Bolivia con la misión de preparar milicias para la separación de la provincia de Santa Cruz.
Rosza (boliviano-croata con ciudadanía húngara), un irlandés y un húngaro, murieron en un tiroteo con la policía hace una semana en esa ciudad del oriente y otro dos fueron detenidos, entre ellos un boliviano-croata y un húngaro. Morales rechazó los reclamos de Hungría, Irlanda y Croacia mientras la oposición política dijo que el gobierno montó un "show" para lograr réditos políticos con miras a las elecciones de diciembre.
El gobierno se apoyó en declaraciones del propio Rosza antes de morir para afirmar que la "célula terrorista" buscaba la división del país, basado en una entrevista que dejo grabada éste en Hungría. "He sido llamado para organizar la defensa de Santa Cruz", habría dicho Rozsa al periodista húngaro Andras Kepes, en una entrevista grabada el 8 de septiembre del 2008 pero transmitida por primera vez el martes por la televisión estatal de ese país.
"No accedí a la entrevista pero por la información que tengo es que Rosza no dijo que estaba contratado para hacer una sublevación (en Bolivia), vale la pena controlar la traducción, hay diferencias", dijo el embajador húngaro.
"Su intención (de Rosza) tampoco era comprensible. Yo creo que si las autoridades húngaras se hubieran enterado (de los planes de Rosza) hubieran bloqueado su salida. Puede ser que cometió graves errores", acotó.
También aseguró que el húngaro Elod Toaso, actualmente detenido en un penal de La Paz, no es terrorista. "Mi impresión es que está lejos de ser terrorista, está asustado, poco a poco llegó a saber en qué se involucró y se enteró que cometió graves errores", dijo Jozsa.
El diplomático puso en cuestión la versión de la policía según la cual los supuestos terroristas resistieron media hora, y explotaron una granada antes de caer abatidos la madrugada del pasado jueves en un hotel de Santa Cruz, 420 kilómetros al este de La Paz.
"Yo creo que la policía no les dejó hacer ni un paso. En una intervención policial lo que cuenta es aprehender", dijo y agregó que Toaso pudo sobrevivir porque al escuchar disparos se tendió en el suelo boca abajo cuando la policía irrumpió en su habitación.
El abogado de Toaso, Rigoberto Paredes, dijo que el gobierno no proporciona información para asumir la defensa. "Trata el caso como en tiempos de la inquisición", dijo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El presidente se supera a sí mismo cuando arremete contra países de la UE que se preguntan que ha pasado. Ya ha condenado a los asesinados, pero de paso condena a esos países simplemente por querer informarse, algunos como Irlanda donde el uso de las libertades y los derechos públicos y ciudadanos frente al terrorismo son religión centenaria y la vida de un hombre tiene cierto valor para las autoridades y la Justicia. Tal vez los asesores del presidente le están "soltando cuerda" a propósito porque lo consideran un "producto ya maduro", o porque le abandonaron cuando Chavez les dio la patada a los judíos. Tal vez, simplemente el presidente ya se siente tan valiente, capacitado e imprescindible para salvar la patria como solo se sienten los presidentes que sistemáticamente llegan asustados al poder y tras el tercer año de legislatura, empiezan a soltar la lengua y la mano y se les empieza a notar más el Coeficiente Intelectual. Casi siempre para desgracia de los ciudadanos.