jueves, 1 de mayo de 2014

regalar plata ajena es fácil. es lo que hace EVO con el dinero del tesoro para tener votos en octubre. si la inflación ha sido del 6.8 porqué aumentar 10% y 20" al básico? por demagogia, por populista el Régimen no está interesado en el desarrollo de las empresas, sino en ganar la votación, o sea eternizarse en el poder. El Deber, SC lo marca.

Es fácil regalar la plata cuando no es de uno, dice sabiamente el dicho popular. Mucho más cuando no se ve en perspectiva los riesgos de utilizar medidas que afectan a la economía bajo la lupa de un mero cálculo electoral. De esta manera se puede considerar el aumento del 10% al salario básico y del 20% al salario mínimo acordado por el Gobierno del presidente Evo Morales y la COB a espaldas del sector empresarial.

No se trata, como asegura demagógicamente el oficialismo, de que los empresarios defiendan únicamente sus intereses privados. Justamente, la incongruencia de este tipo de medidas se sustenta en que, al final, los propios trabajadores serán los afectados de distribuir lo que no se tiene. Será, en ese sentido, un regalo engañoso para este 1.º de Mayo.

Ciertamente Bolivia está en un ciclo económico positivo desde todo punto de vista. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el país creció 6,8% en 2013, por las exportaciones de gas , minerales y productos agrícolas. Sin embargo, la misma institución alerta que, en 2014, dicho crecimiento se reducirá al 5,5%, siguiendo el trance de otras economías más importantes y de las que dependemos, como Brasil y Argentina, que han reducido su ritmo y lo harán al 2,3% y al 1%, respectivamente. Bolivia cerró 2013 con una inflación del 6,48%, por lo que el aumento del 10% sencillamente no se corresponde con la realidad económica y pone contra las cuerdas no solo a las grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas, que son las que emplean a mayor cantidad de obreros formales.

Al final del trance, los incrementos no harán más que desincentivar la toma de nuevos empleados, impulsará los despidos y repercutirá en la producción global de la frágil economía boliviana. Si a este panorama sumamos la falta de seguridad jurídica para las inversiones, la alta burocratización del sistema económico y la plena vigencia de una economía informal que –vía contrabando– mina las posibilidades de crecimiento de las empresas formales, podemos concluir que se está actuando claramente con un alto grado de irresponsabilidad.

La medida, entonces, refleja la ansiedad del Gobierno de Evo Morales por garantizar el voto para el oficialismo en las próximas elecciones. Cálculo político corto de miras si se tiene en cuenta que las elecciones pasan y lo que más importa es la resolución de los grandes temas que afectan al país, entre otros, el empleo fijo y formal que otorgue previsibilidad a los hogares bolivianos.

Consejo Editorial: Pedro F. Rivero Jordán, Juan Carlos Rivero Jordán, Tuffí Aré Vázquez, Lupe Cajías, Agustín Saavedra Weise y Percy Áñez Rivero

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