martes, 1 de junio de 2010

ERBOL informa que los cadáveres fueron enterrados boca abajo. hicieron justicia con sus manos, los torturaron pero no los quemaron. aseguran

Los cadáveres de cuatro policías torturados y linchados por indígenas del suroeste del país, fueron enterrados boca abajo, para, según sus creencias, evitar que sus almas "persigan" a quienes les asesinaron, informó hoy el Defensor del Pueblo, Rolando Villena.

Villena, quien estuvo en los últimos días en el lugar del crimen, declaró a medios locales que los indígenas, de acuerdo con sus creencias, enterraron los cadáveres boca abajo "para que el alma de los que han sido victimados no persiga a quienes los han victimado".

"Las comunidades han admitido que hicieron justicia con sus manos. Tras haberlos torturado de la manera más cruel, los victimaron, pero no fueron quemados", dijo el Defensor.

Los indígenas de Uncía, asesinaron hace nueve días a los policías tras acusarlos de supuestos homicidios, robos y extorsiones.
La Policía y el Ministerio Público no han podido ingresar desde entonces a Uncía para recuperar los cuerpos, ya que los "ayllus" (clanes de indígenas) declararon "zona roja" la región.

El presidente Morales, envió ayer a sus ministros de la Presidencia, Óscar Coca, y Gobierno (Interior), Sacha Llorenti, a negociar con los indígenas para pedirles que devuelvan los cadáveres.

La negociación se suspendió sin éxito ni fecha de reanudación, ante la negativa de los indígenas a entregar los cuerpos, aunque luego acordaron que cada ayllu volverá a analizar la petición.

Villena cree que la devolución de los cadáveres será un asunto "complicado" por la concepción indígena "sobre la vida misma".
Recordó que los ayllus se niegan a la investigación de las muertes de los agentes y que, por el contrario, han exigido que se investiguen los presuntos asesinatos de siete indígenas, cometidos -según ellos- en los últimos seis años por policías.

Morales descartó hoy una intervención militar o policial y apeló a los indígenas que estén de acuerdo con la entrega de los cuerpos.

"No vamos a buscar ninguna intervención militar ni policial. Confiamos en algunos dirigentes indígenas y vecinos dispuestos a devolver los cuerpos por una cuestión humanitaria", sostuvo Morales.

Según dijo el mandatario en rueda de prensa en La Paz, "no es toda la población, ni siquiera son todos los ayllus, sino que es alguna gente usada por los contrabandistas" la que se opone a entregar los cuerpos de los policías linchados.

Insistió en que el Ministerio Público debe investigar "de oficio" el linchamiento, pero también las denuncias de presuntas extorsiones y abusos de poder cometidos por los agentes en la zona.

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