martes, 10 de diciembre de 2013

reclama respeto al ciudadano Los Tiempos. se refiere sin nombrarlo a Sacha Llorenti que sigue la línea de negar que "alguno del Gobierno" hubiese autorizado la represión en Chaparina. sus negativas son una burla al hombre boliviano.

Las declaraciones del representante del país ante Naciones Unidas realizadas el domingo referidas a su actuación en el caso Chaparina constituyen una ofensa a la ciudadanía. Nadie le discute su derecho a declararse inocente mientras no se pruebe, en debido proceso, que sea culpable. Lo que no se puede aceptar que con una decisión de fiscal quede libre de indagación, más aún cuando día que pasa surgen nuevos indicios que lo involucran directamente en la represión brutal contra quienes marchaban en defensa del Tipnis en septiembre de 2011.
Ateniéndonos a sus declaraciones, en el Gobierno no hay funcionario alguno (y entonces este novel funcionario diplomático era Ministro de Gobierno) que haya autorizado la presencia de aviones militares de transporte y buses en la zona, que se presumía iban a servir para evacuar a los marchistas; que la Policía haya infiltrado la marcha y atacado brutalmente a los marchistas (hombres y mujeres) amarrándolos y colocándoles “masking” días antes adquirido masivamente. Todo, según su versión, habría sido decisión de voluntariosos policías que por casualidad estuvieron en la zona.
Además de esta muestra de falta de respeto, lo cierto es que el Gobierno no termina de darse cuenta de que mientras más retrase el esclarecimiento de este caso, mayor será su deslegitimación, particularmente en grupos y organizaciones que, en un principio, lo apoyaron militantemente.
Lamentablemente la ambición del poder omnímodo y eterno hace que se cometan groseras equivocaciones y ofensas como la que se comenta. Al punto que, en verdad, mejor parece ser que el citado exministro siga viviendo en el exterior.

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