martes, 16 de septiembre de 2014

Dilma Rousseff no visitó nunca Bolivia como presidente de Brasil, es que siendo ministra de Energía con Lula, sufrió desaires y menosprecio de Evo, que se hicieron patentes cuando "nacionalizó el gas" y se adentró con soldados y fanfarria en propiedades de Brasil, solo por demagogia y vanidad.

Las relaciones entre Bolivia y Brasil se parecen a las de esas parejas que no se hablan para no arruinar más las cosas y porque cada uno guarda en silencio sus propias culpas. En teoría el responsable del sofocón provocado por la huida del senador Róger Pinto es Brasil e incluso la presidente Dilma Rousseff se disculpó públicamente por aquel escape de película en el que intervinieron funcionarios de la Embajada brasileña en La Paz, luego de que el parlamentario estuviera cerca de 15 meses recluido esperando un salvoconducto, pues Brasilia ya le había aceptado refugiarlo. 

joaquin y mauricio aira, alfonso rojas, emb. jerjes justiniano, luis montes de oca


Ha pasado más de un año de aquel incidente que ha inspirado un par de proyectos cinematográficos y es Brasil el que se muestra ofendido, pues ni siquiera ha repuesto su representante diplomático en Bolivia. 

Es más, el exembajador Marcel Biato, que fue removido del cargo a raíz de lo de Pinto, fue premiado con un cargo más importante en la ONU y a estas alturas, el gobierno boliviano no sabe si hacer barra para que gane Dilma en las elecciones del 5 de octubre, pues la jefa de estado está por cumplir su mandato sin haber realizado ni una sola visita oficial al país.

Editor: Lo que no dice El Penoco, es qué triste rol juega el embajador de Bolivia en Brasilia, Sr. Justiniano, sin "nada que hacer" ante el hielo total del Gobierno de Rousseff, y sin haber presentado una sola demanda contra VEJA, que en tres ocasiones publicó crónicas negativas para Bolivia, especialmente para Evo, tratando a Bolivia de EstadoNarco.

No hay comentarios: