jueves, 21 de enero de 2016

las encuestas tienen esa tarea, desinformar y confundir, para ello se les paga y es posible que de alguna manera la platita salga de la misma bolsa, aunque con intermediarios diversos. hay en efecto como bien advierte Karen Arauz un descontrol que reedita la arbitrariedad, la represión y el abuso de poder de un Régimen que adopta la forma de víbora de mil cabezas..

Con la atmósfera política casi irrespirable, las encuestas, lejos de ayudar dar una perspectiva más o menos clara que lleve al oficialismo y a la oposición a tomar decisiones más o menos inteligentes  ajustando sus estrategias,  crean mayor confusión haciendo aún más caótica esta campaña, que está logrando que moros y cristianos, olviden del todo el meollo de la consulta. Es una champa guerra.
El oficialismo con ese reflexivo intelecto que lo caracteriza, no solo dispara indiscriminadamente, sino que  se suma a la larga lista de daños colaterales por toda esta confusión y ni cuenta  se dan que se están autodestruyendo.  La pérdida de control,  está reeditando la arbitrariedad de sus primeros años, cuando no dudaron en volver a éste, un Estado casi policial. Lo que ha estado sucediendo en los últimos días, es una clara demostración que la represión y el abuso de poder, toma en este gobierno la forma de una serpiente de mil cabezas.
Una de esas cabezas ha estado abalanzándose
sistemáticamente hacia el ex presidente Carlos Mesa, hasta que una de las picadas, amenazó peligrosamente con dejar al gobierno sin el portavoz oficial de la causa marítima lo que es un golpe que Evo Morales, -muy a su pesar- no está dispuesto a recibir. Obediente, el Ministro de Trabajo, fervoroso militante, se llamó a silencio acatando la orden de táctico alto al fuego. Pero las cosas son muy claras. Los que no se alinean con la meta fijada, serán pasibles a una represalia ejemplar una vez finalizada la tregua. Es que de eso se trata. De sentarle públicamente la mano a algunos para que los otros se asusten.


Otro menos protegido es Samuel Doria Medina, a quien se vuelve a amenazar – ya icónica víctima propicia-, con un alocado juicio que como todos los demás, se desinflará lógicamente, una vez  terminada la campaña. Al no existir una cabeza perfectamente identificable de quién está capitaneando el NO opositor, todos son susceptibles a ser víctimas de la serpiente masista. Al echarle mano a la figura de Sánchez Berzaín, esperan que aporte a su campaña, el zafarrancho perfecto  que aleje la atención del pueblo de algo que  está  muy renuente a dejar pasar: el tema del Fondo  Indígena. Desde su perspectiva, sólo el ex ministro los aventaja en repudio ciudadano, lo que es un alivio muy conveniente para sus objetivos. Acallar a Amalia Pando a estas horas, es cuestión de Estado. Bastó que una radioemisora le brinde un espacio, para que la ATT descubra en minutos que es ilegal, le bajen la palanca, amenacen con intervenir la radio y por supuesto, iniciarle a la aguerrida periodista, -“por ilegal”- un proceso tan serio, que aún no han decidido si lo harán civil, penal o administrativo.
Para que no todo sea tan bruto, sale a escena el ministro blindado y suponiendo causar gran beneplácito y tranquilidad en la ciudadanía, muy risueño confiesa tener “ahorritos” por fuera de las reservas legales. De estos ahorritos, por supuesto se ignora las cantidades y sus orígenes son también un misterio. Vale decir que los recursos de todos, son manejados con absoluta discrecionalidad. Falta saber si están en su “colchoncito” o están rindiendo pingues intereses en una cuenta del Banco Unión de estrecha relación. Cuando Bolivia hace unas semanas le cobraba a Macri lo que no le cobraron a Cristina Kirchner por el gas, tuvieron que ser los argentinos que corrigieran las cuentas y nos desayunamos que eran seis los meses lo adeudado y no los tres que el gobierno boliviano reclamaba. No podemos tener ni un librito básico de contabilidad. El ministro Arce está deseando que el petróleo baje a 10 dólares el turril de petróleo, solo para demostrar qué tan capo es y que tan bueno es su inventado blindaje que “protege” al país. Esto es realismo mágico. No hay límites para la imaginación acalorada y febril. En este gobierno puede pasar de todo. Y en los hechos, está pasando de todo.
El mismo día en que se rompe el contrato con la empresa china encargada del ferrocarril Bulo Bulo-Montero para su planta de urea y cuyas boletas de garantía serán ejecutadas por incumplimiento, se adjudica a otra empresa china -una vez más-  la explotación del Mutún. Ya liquidamos a la Jindal  y lo llamativo, es que esta nueva empresa tiene una deuda de 11 mil millones de dólares y enfrenta acusaciones por fraude. Pero no importa, Bolivia da para todo y es claro que nos encantan los cuentos chinos. La plata que nos prestan los chinos, tiene por objeto ayudar a sus quebradas empresas y la generosidad del gobierno masista, hace que no sólo pongamos la fachada, sino que nos mostremos agradecidos por eso.
Ante este panorama parcial, mejor no regalarle al binomio Morales-García una nueva chequera en blanco. No sigamos esforzándonos en formar parte de la afamada Enciclopedia de la Conducta Humana, del gran pensador peruano Sofocleto, en la categoría “Pobres y Tristes Cojudos” en la que, por si acaso, nos tienen reservado un lugar preponderante.

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