lunes, 24 de febrero de 2014

el caso Rózsa-Soza, increíble cómo se juntas las palabras claves y los acontecimientos. Susana Seleme con toda su inteligencia asocia las actuaciones del "juicio del siglo"y concluye que Marcelo se va quedando solo.



La sentencia bíblica, “con la vara que midas serás medido”, ¿será el destino del hasta ahora protegido fiscal Marcelo Sosa, o la movida del apremio en su contra es para echar tierra al caso de las extorsiones? Los hombres del régimen lo protegieron a capa y espada, pues ellos armaron el llamado “caso Rózsa”. Puede llamarse también el caso “Rózsa-Sosa” por su ex fiscal, fiel mandado de sus mandantes. El daba la cara por el complot político contra los líderes autonomistas de Santa Cruz, Beni y Pando, traducido en un juicio conducido desde el poder Ejecutivo. Se inventaron el rótulo de terrorismo para tapar sus propios crímenes, y el separatismo fue la excusa para aplastar las demandas por autonomía.

Los duros del régimen ¿están dejando solo a Sosa, con el nuevo giro dado por el mandamiento de apremio y orden de detención en su contra por incumplimiento de deberes, en el mal llamado caso terrorismo-separatismo? ¿Pasan a un segundo plano los juicios por extorsión, abiertos contra él por la senadora Carmen Eva González, basados en grabaciones autenticadas? ¿O dormirán el sueño de los in-justos del régimen de Evo Morales? En esas grabaciones se escucha a Sosa implicando al Vice, a su escurridizo hermano Raúl García L., hasta un lapidario “Se cae este caso, y se cae Evo” como responsables del complot contra los autonomistas, amén de las extorsiones. Ese juicio no prospera, pese a las abrumadoras grabaciones y a las denuncias de Zvonko Matkovic, padre, que no faltó a la verdad: Sosa sí extorsionó a muchos. ¿Extorsionó solo para él, o también extorsionaba para la ‘corona’? La mentira, ya se sabe, tiene patas cortas, pues el caso “Rózsa-Sosa” se cae a pedazos por su inconsistencia jurídica a costa de los 39 imputados sin culpa, unos presos y otros en el exilio.

El juicio sigue enredado en su laberinto, malparido por un Poder Judicial y unos administradores de justicia que subordinaron el imperio de la ley al poder político. Esa es su llaga: donde se pone el dedo, sale pus, y el motivo de renuncias más dimes y diretes del autócrata Morales y su Vice, que ahora se hacen los giles, siendo los responsables del caos en ese poder.

No se trata solo del vil asesinato a tres extranjeros en el hotel Las Américas de Santa Cruz, que en breve cumplirá 5 años. Según declaraciones de Matkovic, “Prepararon el matadero” con premeditación y alevosía. Los del régimen creyeron que matando al húngaro-boliviano Eduardo Rózsa, infiltrado en las filas autonomistas, mataban la verdad. Lejos de matarla, la verdad fluye, mal que les pese.

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