jueves, 8 de septiembre de 2016

como a Messi. contrato de por vida, a Messi le ofrece el Club Barza, a Evo le ofrece el MAS. ya no más cambios "la rodilla de Evo, no es de Evo, es del pueblo" dice uno de sus llunkus y Karen Arauz, con ese exquisito gusto de decir las cosas, nos lo recuerda.

Recojamos de Adlai Stevenson, demócrata conocido por su hábil oratoria, el guante que lanza con certera propiedad -dadas las actuales circunstancias- : “…el sonido de incansables voces, es el precio que hay que pagar por el peso de las propias opiniones. Pero también es el momento de que la democracia demuestre su capacidad de actuar. Todo hombre tiene derecho a ser oído, pero ningún hombre tiene el derecho de estrangular la democracia, ni con una sola de las cuerdas vocales…”.
Estamos bajo la impresión, que está arreciando la necesidad del oficialismo de acallar las voces disidentes por la precariedad de su estantería y se está recurriendo a un amplio abanico de voceros, cuya inteligente y educada manera de comunicar, ha perdido su toque. Si es que alguna vez lo tuvieron.
Digamos que la arremetida de Quintana contra un importante matutino nacional, es el mayor síntoma que la administración está al borde de un ataque de nervios. La mejor defensa, no siempre es el ataque.
Ya tuvimos la oportunidad de notar su afinidad con el mundo de los insectos al mandar a un opositor a convivir con los gusanos. Hoy arremete con lo que debe considerar una genialidad dialéctica de la que sentirse muy orgulloso: “polillas sin sangre”. Y osa además,  vincular a la prensa en la muerte del vice Illanes. En atención a su línea zoo-pensante, debería tener cuidado con sus delirios, no vaya a ser que su destino sea metamorfosearse irremisiblemente en Gregor Samsa.
El Ministro de Hidrocarburos, a quien no le quita el sueño las dudosas reservas de gas que se le cuestionan, halla también gran inspiración en los sobresaltos y pretende -esta vez en el ámbito deportivo-, que el país le dé a Evo Morales un contrato -merecido- como el que el Barcelona le está ofreciendo a Messi. Vale decir de por vida.
Es tragicómico cómo se organizan. Siguen al pie de la letra la estrategia de que siempre tiene que haber uno que haga el papel del malo y el otro del bueno.  El presidente de las federaciones cocaleras y de paso también del Estado, anuncia su predisposición a dejar el poder en enero de 2020. Es muy obvio que pretende hacer sentir mal a la ciudadanía por haber determinado en el referendo de Febrero, que no hay posibilidad de un nuevo período para él. Entonces, automáticamente surgen los adláteres que niegan esa terrible y catastrófica perspectiva. Ya el vice García Linera, se dio el trabajo de anunciar el seguro apocalipsis y la inminente invasión de plagas que nos azotarán y plantó en algunas mentes la infalibilidad de sus pronósticos.
El gobernador de Cochabamba, otrora indiscutible  hombre serio de la prensa, se explaya en un discurso  sentenciando que la rodilla de Evo Morales, ya no le pertenece. Es la rodilla del pueblo y por eso debe cuidarse. No es muy claro si la rodilla en cuestión, es la misma que el Presidente futbolista, usó para dejar sentado el orden de jerarquías en la humanidad del empleado municipal allá en los albores de su mandato. Si su articulación ya no le pertenece, es obvio que su decisión de irse, mucho menos. Lo consideran un patrimonio de la Bolivia toda y como tal, debe estar dispuesto a aceptar lo que se decida para él. Y ya sabemos el respeto que le tienen a la Constitución. Por momentos todo esto toca el límite de un arcano mesianismo.
Hasta la pintoresca ministra Paco, es presa de la psicosis oficialista y se estrella contra las redes sociales al ser blanco de críticas por su inseparable sombrero. La verdad que ella es dueña de ponerse lo que más le acomode y andar de sombrero de noche o de día, en exteriores o interiores. Pero al ser un personaje público, los otros tienen también el derecho de manifestarse sobre si les gusta o no. Es el precio de la fama. Es más, muchos -hasta ahora-, ni habían reparado en ello y ha sido ella misma al amenazar virulentamente con procesos por discriminación, la que ha puesto bajo la luz de un potente reflector su coqueto adminículo.
Si existiera alguna posibilidad de aportar con una crítica constructiva, estoy segura que varios lo harían. Pero el nerviosismo es tal, que nadie se anima a mencionar por ejemplo, la urgencia de hacerle sana-sana al Brasil. Que también sería bueno tener algo de consideración con la ciudadanía y explicaran de qué se trata exactamente, el “intercambio” militar con Rusia por ejemplo. A los hijos, no les agradan los cuchicheos a sus espaldas. Y cuando las cosas no se dicen de frente de tal modo que les haga sentido y sientan que se les oculta temas que les incumbe, surgen los problemas de conducta y los brotes de rebeldía. Toda acción, provoca una reacción.
Otra vez apelando a Stevenson, aunque es dudoso que sea bien recibido, va su mensaje y su consejo a los oponentes políticos: “dejen ustedes de mentir, y nosotros dejaremos de decir la verdad”.

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