Si se reducen los ingresos por efecto de la caída del precio del petróleo, se pone en riesgo los ingresos del país incluyendo los bonos sociales distribuidos por el Estado, como la Renta Dignidad, además de la inversión pública que apalanca el crecimiento y genera fuentes de empleo.
El martes el barril de petróleo West Texas se cotizaba en 85,74 dólares, mientras que el Brent también bajó a 88,89 dólares. Desde el pasado mes de junio la cotización del petróleo se ha desplomado más de un 20%, pero este correctivo no frena aún su espiral bajista.
Según el analista económico Carlos Schlink, esta situación podría poner en riesgo el pago de la Renta Dignidad en el plazo de tres años.
“Como todos saben la Renta Dignidad es un bono que se paga con el impuesto directo a los hidrocarburos, 30% se recorta a las regiones, a las gobernaciones, a los municipios y al fondo indígena y el TGN pone su parte y con esto se cubre, desde el 2008 al 2013 no ha habido problemas para poder pagar la Renta Dignidad y hubo superávit, mayores ingresos con relación a los gastos, no habría problemas unos tres años porque los recursos ya han sido recortados”, explicó.
Añadió que si el precio del petróleo continúa su espiral de descenso en los próximos años, el Gobierno tendrá que buscar otros recursos para solventar los bonos sociales que distribuye en la actualidad.
JUAN CARLOS BARRIONUEVO
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