miércoles, 16 de diciembre de 2015

Karem Arauz nos muestra "el largo brazo del poder" cuando analiza las últimas actuación de un ensoberbido Régimen cuya credibilidad ha tocado fondo, que puede ofrecer el oro y el moro, al que ya nadie cree y que se embarró hasta el fondo en el bodrio del enjuage entre masistas por el Fondo Indígena que no termina de darnos sorpresas porque cada día se acrecienta la nómina de ladrones qie tramsfirieron del Tesoro a sus cuentas privadas, ingentes sumas de dinero hasta arrojar millones irrecuperables.


EL LARGO BRAZO DEL PODER

Hemos llegado a fin de año con un balance negativo, y, lamentablemente, no se vislumbra una mejor proyección del año que viene.  En los diez años de la administración masista, se ha visto un sinnúmero de situaciones que han ido mermando -de a poco pero sostenidamente- las expectativas de que el gobierno rectifique sus enormes errores.

Casi todo es debido a las maniobras para manejar el largo brazo del poder, que pugna por aferrar lo que no  está a su alcance y en ese esfuerzo, su torpeza ha terminado por derrumbar uno a uno, los postulados que hicieron de éste un gobierno de gran expectativa. Lo que es incomprensible, es cómo no tienen la capacidad de mirarse en los espejos. Entendemos que la soberbia causa distorsiones significativas en el modo de percibir la realidad, pero a la luz de los últimos acontecimientos regionales, hubiera sido de esperar, que algo de criterio primara y al menos, que actuaran para lograr cierta distensión  en el aire enrarecido que han provocado con el alocado referendo para lograr la re re elección. Podrían haber optado por jornadas de reflexión y rectificación, alejadas de sus constantes encuentros con el solo objeto de retroalimentarse insuflando más aire a los ya abultados egos.

Abandonar esos pedestales donde están encaramados y pisar tierra firme para tener la misma óptica desde la ciudadanía, hubiera sido -por decir lo menos- una astucia que los tendría mejor parados de lo que están en este momento. Es que el ciudadano -en estas circunstancias- actúa como lince quieto, estático, observando con aire indiferente el medio que lo rodea. No percibirlo es una grave y suicida equivocación. Está registrando todos los movimientos, los ruidos y su perspicacia hace que sepan exactamente, cuándo lanzarse con mínimas probabilidades de equivocarse. Los bullangueros, los que denotan su ansiedad, los que exageran y vociferan, son los menos aptos para sobrevivir.

Dos recientes entrevistas en la popular cadena CNN, - la de la ministra Paco y la del desmesurado ministro Romero- nos ha demostrado que pocos son los que ignoran aquí y allá, que esa viveza criolla para distorsionar lo objetivo, encierra intencionalidades embaucadoras. Las pruebas de lo pringado que están altos funcionarios en el tema que se pinta como la Némesis del proceso de cambio que es el Fondo Indígena, no puede pues ser atribuido al gobierno anterior. Porque ellos son el gobierno anterior. Y el anterior también. Y el lince está quieto, parece alelado, pero observa y sopesa.
   
El largo brazo del poder se extralimita en demasiadas asuntos ya. Está dejando huellas en temas tan serios como el ocultamiento de la realidad económica y la descarnada corrupción en todos los ámbitos. Continúan extendiéndose hacia los más ínfimos espacios donde continuar con su inamovible política de copar las voluntades y las decisiones. Y usan una supuesta inmensa mayoría en todo para en realidad, hacer lo que les da la gana. El oficialismo ha venido tejiendo una espesa y resistente red, sin tener siquiera la habilidad de las arañas de no quedar entrampadas en su propia trama.

Desde el encubrimiento de jerarcas intocables, hasta el hacerse de un club de fútbol, pasando por inaceptables críticas a las criaturas judiciales que no son más que obra de su propia creación, su credibilidad ha llegado al nivel más bajo enmascarado en su millonaria ofensiva mediática. Cuando se simuló que fue en los movimientos sociales donde se había originado la idea de modificar la CPE para inclinar la balanza de la ambiciosa dupla, sonrojados ambos, declararon estúpidamente no estar detrás de esa movida. La supuesta ingenuidad de la ciudadanía, la tratan descaradamente, adjudicándose la exclusividad de algo de inteligencia para revalorizar una gestión claramente desastrosa. No se puede dejar de reflexionar en una simple ecuación. Los ingresos que ha percibido la nación, han sido por lejos, los más altos en su historia.  El despilfarro en nulos proyectos productivos que creen empleo por lo tanto riqueza, es de una grosería inimaginada. O solo pongan en la balanza el monumento al culto a la personalidad de Orinoca, en desmedro del lago Poopó.

Como siempre, subestiman a la población. Su obtuso pensamiento y su accionar confrontacional, los lleva a usar hasta al transporte público pretendiendo demoler al alcalde opositor. No les importan las necesidades reales. Todo está contaminado. Las personas están postergadas. Jueces y fiscales pugnan entre ellos para ser los más funcionales, o los más envilecidos. Policías con total venalidad, aumentan la intranquilidad como si no fuera suficiente la inseguridad que sofoca a las familias en todo el país.

Ni el segundo aguinaldo que favorece a unos pocos en detrimento de miles que se quedarán sin trabajo, y el esforzarse arriesgando capital -algo que ignoran los que siempre han vivido a costa del sindicalismo y la prebenda- podrán ya hacer mucho por revertir el fracaso de su referendo. Ni siquiera es necesario seguir el consejo de Napoleón " si el enemigo se está equivocando, no lo distraigas". Ellos solos han estado concentrados en extraviarse  irremisiblemente.


Karen Arauz

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