viernes, 28 de octubre de 2016

lecciones sobre Democracia

Evo Morales no sabe, no comprende lo que es una Democracia.
El Deber sale con una lección basica alarmado por la ignorancia de SE. todos deberíamos saber su significado




Aunque son muy pocas las cosas que nos pueden sorprender en Bolivia desde hace años, lo expresado por el presidente Evo Morales, el jueves pasado, en El Alto, parece que no tiene parangón. Que el Jefe de Estado ignore la independencia de los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral, establecida por la Constitución, y que afirme, además, que “la derecha”, al exigir el respeto a la independencia de los poderes, “quiere descuartizar todas las estructuras del Estado Plurinacional”, significa que nos enfrentamos a un grave peligro.

Todo se puede permitir en democracia y casi todo tiene arreglo a través del diálogo y la tolerancia, pero cuando la primera autoridad de la nación, es decir, quien debe hacer respetar la institucionalidad, desconoce lo más elemental en esa materia, no nos puede extrañar que ese Gobierno se desvíe de la ley, y mucho menos que quienes lo siguen fervorosamente observen el texto de la Carta Magna como un papel inservible y contrario a los intereses de la patria, cuando les afecta partidariamente.

Son muchas las voces que se han levantado en Bolivia sorprendidas y temerosas por las palabras del presidente Morales. Hemos tenido la cautela de no comentar este hecho ingrato hasta hoy, a la espera de alguna aclaración presidencial que disipe el malestar causado, pero no se ha dicho nada desde la cúpula gubernamental.

Por lo tanto, creemos de es nuestro deber hacer pública nuestra protesta y extrañeza por lo expresado la semana pasada y reiterar nuestra adhesión a la Constitución vigente, aun reconociendo que está lejos de ser perfecta. Lo que no se puede desconocer en modo alguno es el encabezamiento del artículo 12.I de la Ley de Leyes, que expresa con toda claridad: “El Estado se organiza y estructura su poder público a través de los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral”. Si se pretende que sea el Órgano Ejecutivo quien centralice al resto de los poderes, simplemente se está violando el sistema de derecho y se abre la puerta a la anarquía.

Queda muy claro que ningún poder puede estar por encima del otro y si así sucediera, se deben tomar las medidas constitucionales del caso para enmendar el atropello. Si en anteriores administraciones se pudo advertir alguna anomalía en ese sentido, eso no debería repetirse y más bien corregirse. Si vivimos en un ‘proceso de cambio’ hay que empezar por cambiar el desprecio a la ley por el respeto más absoluto

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