martes, 15 de septiembre de 2015

reflexiona El Deber sobre la crisis en marcha, sobre el reconocimiento de Evo de tal problema cien veces negado, de las medidas aser adoptadas, pero...ED es excesivamente optimista al expresar que las iniciativas oficialistas del masismo podrían permitir sobrellevar la CRISIS que está a las puertas.

Desde que el presidente Evo Morales admitió que, en efecto, como se puede observar en todo el país, ha llegado la crisis, pues los precios de las materias primas de exportación han caído de manera irremediable, surge la esperanza de que se adopten medidas apropiadas. Mientras se negaba la crisis, aludiendo a presuntos blindajes, se podía temer que un exceso de confianza, o de optimismo, impida que se busquen soluciones. Admitir que existe un problema es la mitad de su solución.

El presidente Morales ha dicho que para contar con los recursos requeridos por el ambicioso plan de inversiones públicas, diseñado para contrarrestar la crisis, será preciso acudir al crédito extranjero. Eso había pronosticado Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia, cuando dijo que, dado el bajo nivel del ahorro público, parte de los 6.000 o 7.000 millones de dólares requeridos deberán proceder de préstamos del exterior.

El Gobierno asegura que el nivel de la deuda pública se mantiene en una proporción muy aceptable respecto del Producto Interno Bruto, una tasa que sería inferior a la que se daba en anteriores gobiernos. Por lo tanto, queda por confiar en que las autoridades nacionales hayan hecho una buena selección de proyectos en los que se piensa invertir semejantes sumas, de tal modo que no se conviertan en dolores de cabeza.
Se han hecho anuncios de que el próximo año será testigo de la llegada de los primeros ingresos de la industrialización, lo que alienta la esperanza de que el país, poco a poco, vaya dejando su actual dependencia de las materias primas.

Se anuncia para junio próximo el inicio de operaciones de la planta de Bulo Bulo, donde se producirá urea para atender la demanda interna e incluso para exportar.

El tan demorado proyecto del litio tendría que comenzar a producir algo el próximo año, aunque sea solamente potasio, tan necesario para la agricultura. Asimismo, el presidente anunció que, ante la caída del precio del gas de exportación y su efecto en el Impuesto Directo a los Hidrocarburos, las gobernaciones recibirán recursos provenientes de las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia.

Son iniciativas positivas que, aplicadas con sabiduría y mucha transparencia, podrían permitir a Bolivia sobrellevar esta grave crisis

viernes, 11 de septiembre de 2015

el impresionante desarrollo urbano al otro lado del puente Boianini, que parece un paisaje rescatado de las mil y una noches. está siendo aprovechado por unas pocas empresas que han encontrado una mina de oro en los loteamientos y las urbanizaciones, lo más grave serían los intereses privados que están impidiendo la construcción de al menos un puente Mas sobre el Rio Piraí. habrá que prestar atención a lo que dice El Dia de SC

Desde los años '90, mucho antes de que se construyera el puente sobre el río Piraí ya se vislumbraba el futuro del municipio de Porongo, donde hoy se está viviendo una explosión demográfica impresionante, con multimillonarias inversiones en la construcción, el desarrollo de urbanizaciones y condominios de todo tipo.
Es de suponer, porque no hay mayores datos, que se está talando y modificando el ecosistema de miles de hectáreas, cambiando el curso de los ríos y arroyos; se está alterando la superficie, perforando pozos de agua, contaminando y haciendo un sinnúmero de actividades para darle paso al “progreso” y la “civilización”.
Deberíamos suponer también que hay alguien que está vigilando todo ese proceso de expansión, que existen autoridades que están fiscalizando que el progreso no signifique un simple mercantilismo que tarde o temprano terminará por volcarse en contra de nosotros mismos, en forma de inundaciones, desbordes, destrucción y polución.
Lamentablemente se sabe con mayor certeza, que el Municipio de Porongo carece de la talla institucional, de los recursos, la capacidad técnica y la autoridad para fiscalizar lo que está ocurriendo en esas pampas tan frágiles que necesitan la mano especialista y consciente de expertos y autoridades que miren más allá del simple negocio de compra y venta de terrenos.
Dentro de muy poco tiempo Porongo se convertirá en uno de los municipios más poblados de la zona, con un cálculo aproximado de 300 mil habitantes. Toda esa gente necesitará agua potable, servicios básicos y por supuesto, lugares para botar la basura y otros medios de saneamiento. Lo más probable es que con la ausencia de planificación, todo esto ya esté cobrando forma con un criterio de improvisación que pone en riesgo el bienestar de los mismos pobladores y sobre todo, el futuro de los que viven de este lado del río Piraí.
Todos deben conocer que la mayor parte de los afluentes de agua subterránea de donde se provee el Municipio de Santa Cruz provienen de las zonas altas, del Amboró y sus alrededores, es decir, las colinas que llegan hasta el Urubó. En otras palabras, si los habitantes de Porongo, que se están multiplicando con gran rapidez, llegan a contaminar de manera significativa el agua del subsuelo (cosa que ya está pasando), el problema de nuestra agua potable, que desde ya es crítico, se agravará aún más.
El atraso del alcantarillado sanitario en Santa Cruz es uno de los más altos en relación a otros servicios y eso también ocurre en Porongo, donde están repitiendo el grave error de priorizar el pavimento en lugar de la salud, el agua potable y el futuro de la población. Este problema constituye un reto enorme para nuestra alcaldía, que debe asumir su liderazgo y así como hace causa común la construcción de un nuevo puente sobre el río, debería unir fuerzas con las autoridades porongueñas para planificar el crecimiento de esa zona vecina, para que el progreso y el esplendor que se observa desde afuera no signifique un riesgo para todos.
El Municipio de Porongo carece de la talla institucional, de los recursos, la capacidad técnica y la autoridad para fiscalizar lo que está ocurriendo en esas pampas tan frágiles que necesitan la mano especialista y consciente de expertos y autoridades que miren más allá del simple negocio de compra y venta de terrenos.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

dramático el ejemplo de Brasil, que alentado por la venta de sus materias primas emprendió grandes proyectos que hoy están paralizados. es que el frenazo de China principal comprador repercute de materia tétrica sobre las inversiones. lo de Brasil debería ser asimilado en Bolivia sostiene El Deber con plena razón

Para Brasil, la actual crisis económica significa, entre otras cosas, la renuncia de grandes obras y proyectos diseñados cuando el país vivía el auge de los precios altos de las materias primas. El ejemplo brasileño es desgarrador, pero tendría que servir de lección a todos los países que, entusiasmados por un auge que resultó pasajero, se empeñaron en proyectos faraónicos, gastos suntuosos y todo tipo de derroches. 

Segundo productor y exportador mundial de hierro, después de Australia, el país vecino se había acostumbrado a los altos precios y se había lanzado a grandes emprendimientos para aumentar su producción. El precio del hierro cayó en un 60% debido a la desaceleración china, y ahora no solamente están paralizados proyectos mineros, sino también ferrocarriles y puertos diseñados para esas operaciones. El viento de la actual crisis se ha llevado grandes planes, pero también grandes nombres, como el del famoso millonario Eike Batista, que llegó a figurar en la lista de la revista Forbes, pero que ahora está quebrado.

Lo malo es que algunos proyectos habían sido diseñados para atender más de una necesidad, como el ferrocarril que debía cruzar el estado de Bahía para sacar el hierro del complejo minero de Caetité y, de paso, transportar la soya que se produce en el trayecto. Ahora todo eso está parado. Otro proyecto ferroviario, la línea Transnordestina, está frenado y debía servir para sacar la producción de una mina de hierro que todavía no produce. Dos proyectos cancelados.

El propio proyecto para explotar los fabulosos yacimientos de petróleo y gas en el llamado ‘presal’, en medio del Atlántico, a profundidades que llegan hasta los 5.000 metros, es mirado ahora como un sueño. Es que la empresa Petrobras se había anotado el monopolio en esa obra y ahora, convertida en el ojo del huracán de la corrupción, se ve obligada a dejar que esos yacimientos queden en salmuera, en espera de tiempos mejores. El proyecto tenía muchas ramificaciones, como los puertos que debían construirse, las embarcaciones que se requerirían, las ciudades que serían creadas, pero ahora todo está parado. Miles de despedidos de esos y otros emprendimientos se suman al ejército de desocupados, mientras la economía brasileña se encamina a registrar un decrecimiento ante la angustia de todos. Bolivia deberá tomar cuenta de estas lecciones que muestran lo efímeros que son los períodos de precios altos de las materias primas