viernes, 27 de abril de 2012

despecho o justa reacción? se pregunta Los Tiempos sobre la condena al vandalismo estudiantil


Es un buen síntoma la airada y enérgica reacción de las principales autoridades del país condenando los vandálicos excesos en los que han incurrido estudiantes de las universidades públicas de La Paz, Cochabamba y Sucre, aprovechando las movilizaciones del sector salud en contra de la improvisada decisión del Gobierno de incrementar, sin sustento alguno, dos horas de trabajo en este sector, sin compensación económica alguna ni incorporándolo dentro de la Ley General del Trabajo (¿se imaginan la reacción de Gobierno si una decisión similar fuera adoptada en el sector empresarial con sus trabajadores?).
Y es buena porque marca un giro muy importante en el discurso ideológico del MAS. Hasta no hace mucho, en él  se exaltaba acciones similares. Tal el caso de los “guerreros del agua” el año 2000 en Cochabamba; o la presunta vanguardia estudiantil de febrero de 2003, cuando alumnos del colegio Ayacucho intentaron asaltar el Palacio de Gobierno en La Paz; o de muchos productores de coca cuando, enero de 2008, destrozaron e intentaron incendiar la entonces Prefectura del departamento.
Es de esperar, pues, que efectivamente haya un cambio de posición, en sentido de que cualquier acto fuera de la ley debe ser severamente sancionado, quien sea el que lo promoviere, y no se trate, más bien, de una reacción sectaria porque quienes esta vez cometieron esos actos vandálicos no lo hicieron enarbolando un apoyo al MAS o al Gobierno.
Y un comentario adicional: no es en las universidades donde se aprenden a cometer actos de vandalismo; son los ejemplos de impunidad los que permiten que se repitan.

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