Desde hace una semana que el presidente de la Cámara de Senadores es alguien que había degollado un par de perros en una zona altiplánica del departamento de La Paz. La política boliviana de nuestros días muestra en cuanto a su ejercicio y a su práctica niveles de decadencia. Semejante hecho que pareciera haber pasado de forma desapercibida para la opinión pública en general, es algo preocupante, por cuanto una sociedad que no se cuestiona, que no se pronuncia, está reflejando que la sociedad de hoy día es una sociedad desarmada política e ideológicamente hablando; una sociedad que registra niveles bajos de formación política es una sociedad sometida y conducida hacia situaciones inexplicables. Acá surge una interrogante, ¿Por qué hemos llegado a estos niveles de la política boliviana? ¿ De quién es la mayor responsabilidad para que esto suceda?
La respuesta la encontramos en el hecho de que los partidos políticos que hoy día están vigentes en el ámbito de la política boliviana, han dejado de ser escuelas de formación política tanto para sus militantes, como para sus nuevos dirigentes, y eso se debe en gran medida a que han abandonado el verdadero rol que cumplen dentro de un Estado mínimamente ordenado, por cuanto conciben a la política no como una ciencia a la cual hay que estudiar y para cuyo ejercicio hay que prepararse, sino que conciben a la política como un gran negocio y al ser así los partidos políticos de hoy día, ven a sus propias estructuras partidarias, única y exclusivamente, como a instrumentos electorales que les facilitan o permiten a como de lugar llegar al gobierno . De ahí, que hoy día, en lugar de tener como a políticos a ciudadanos cuya formación les permita precisamente acceder a ocupar las diversas funciones dentro del aparato estatal, tenemos que quienes adquieren la calidad de funcionarios públicos y conducen en la actualidad la función pública, no son precisamente esos políticos preparados al efecto, sino que es muy común encontrar en funciones públicas a cantantes, futbolistas, modelos, presentadores de noticias, gente de la farándula social, etc. En muy pocos casos encontramos gente que cuente con el nivel académico, político y profesional adecuado para el cargo que se ejerce, es decir, que hoy en el ámbito de la política boliviana pareciera que no es necesario el cumplimiento de requisito alguno, lo que en Derecho Administrativo se denomina como el requisito de la idoneidad entendida como el conjunto de aptitudes que se deben exigir para ejercer un determinado cargo público. Y al no exigirse el cumplimiento de requisitos para desempeñar funciones públicas lo que tenemos entonces es improvisación, y así no se hace gestión pública. (Editor: Felizmente hemos leído honrosas excepciones de escritores, periodistas, políticos contrarios a la elección y cuando se produjo por consigna de Evo Morales, repudio a tal designación que deshonra a todo nivel).
la vida política y social de Bolivia adquiere un dinamismo incesante sea porque los problemas básicos no llegan a resolverse sea porque no existe la voluntad política de asumirlos. Este sitio pretende hacer el seguimiento de los asuntos en mesa y traer al debate los que no están resueltos en la medida de la justicia, el derecho y las espectativas del hombre boliviano
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