Bajo el Penoco de El Dia, SC
No hay duda que el “rodillazo” presidencial del domingo ha superado ampliamente al “pollazo”; es decir, al discurso que pronunció hace unos meses Evo Morales, relacionando el consumo de pollos granjeros con la homosexualidad. La notoriedad mundial que ha alcanzado el reciente episodio es de lejos mayor a la anterior c… (mejor no decirlo). Los miembros de las comunidades gay de España tuvieron suerte ya que el Primer Mandatario boliviano terminó disculpándose con ellos, mientras que el pobre funcionario municipal que fue víctima de semejante golpe en los testículos anda escondido con temor a que lo metan preso, supuestamente por haber lesionado al jefazo. A propósito, el Presidente, quien calificó un “pisotón en el pie” como un “planchazo en las canillas”, ha estado cojeando y dicen que dicen sus médicos que estuvo a punto de sufrir fractura de tibia y peroné. Este Penoco nunca ha sido un crack, pero como buen chico de barrio pateó cuero de lo lindo y por supuesto, también canillas. En aquellos tiempos la conducta del Presidente tenía un nombre, aunque hoy lo relacionen con los inocentes pollos.
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