El proceso de deterioro del gobierno de Evo Morales parece estarse intensificando y ya hay quienes hablan de un posible Estado de Sitio, como recurso desesperado del régimen para sostenerse en la debacle.
Así lo sugieren analistas comoManfredo Kempff o Humberto Vacaflor, señalando este último: “No vaya a ser que los acontecimientos se precipiten y el próximo gobierno esté a la vuelta de la esquina”.
Por su parte, recuerda Kempff: “¿Y el Dr. Siles, Goni y Mesa? ¿Acaso acabaron sus períodos?”.
Lo cierto es que el tiempo que va desde la actualidad hasta diciembre de 2014 se hace cada vez más largo, ante la profunda crisis de gobernabilidad por la que atraviesa Bolivia. Y no parece que el evismo tenga a mano otra cosa que un incremento de la represión.
La rebelión social aparece generalizada en todo el territorio nacional y, como acaba de afirmar Samuel Doria Medina, “Sólo en Santa Cruz piensan que Evo está fuerte”, lo que probablemente se deba a la desmovilización material, ideológica y moral inducida por esa suerte de “régimen de Vichy” instaurado desde la gobernación cruceña y otras estructuras regionales…
Un paso atrás, dos adelante
Mientras tanto, se abre otro frente de batalla para el oficialismo, con la renuncia anunciada por el suspendido gobernador de Beni, Ernesto Suárez.
Si esta se produce, es porque previamente existe un amplio arco de alianzas opositoras que hacen plausible la victoria en unas elecciones departamentales anticipadas.
Se podría decir que, con su renuncia, Suárez da “un paso atrás y dos adelante”, ya que su resignación patriótica estaría viabilizando la recuperación de la gobernación beniana para manos democráticas…
notishots@gmal.com
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