Unas 80 familias que viven en barrios de La Paz afectados por los deslizamientos se niegan a dejas sus viviendas, pese a que el riesgo de derrumbes está latente, informó hoy el alcalde de La Paz, Luis Revilla.
"Desde hace seis meses les estuvimos pidiendo a los vecinos de Cervecería, Metropolitana y Pampahasi Bajo (en el este de La Paz) que evacúen sus viviendas y hasta el día de hoy, con el desastre enorme que hemos tenido, hay vecinos que se niegan a desalojar", lamentó Revilla, según un comunicado de la alcaldía.
Explicó que el riesgo "es muy grande", porque aunque esas viviendas no se han desplomado todavía, "están con rajaduras que se incrementan día a día" y podrían colapsar "súbitamente".
La alcaldía advirtió a estas familias hace seis meses sobre el peligro de desplome para que desalojen voluntariamente sus casas y se ubiquen en campamentos temporales, pero los vecinos han rehusado hacerlo y exigen que primero el municipio expropie sus viviendas.
Revilla sostuvo que si la gente no sale voluntariamente se aplicará una ley municipal para forzar el desalojo, con el fin de evitar "cualquier desgracia humana".
Los derrumbes que comenzaron el pasado 26 de febrero por copiosas lluvias han afectado hasta ahora a 1.700 casas y parcelas en diez barrios de La Paz (unas 140 hectáreas), dejando a unas 6.000 personas damnificadas.
No se han registrado heridos ni fallecidos, pero la alcaldía paceña reportó que las pérdidas en infraestructura privada y pública alcanzan los 50 millones de dólares.
El Presidente boliviano, Evo Morales, agradeció hoy la ayuda enviada por Venezuela, consistente en once toneladas de alimentos, carpas y catres de lona para asistir a los damnificados por los desastres naturales.
A nivel nacional las lluvias provocadas por el fenómeno climático de "La Niña" han afectado a 15.000 familias (más de 50.000 personas) y causado la muerte de alrededor de 70 personas.
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