Alberto Araujo-Caracas
Por primera vez desde 1999, se tomó la decisión de convocar a una manifestación en el oeste de la capital, tradicionalmente considerado como una zona con predilección por el oficialismo ¿Las convocantes? Mujeres ¿El resultado? Una multitudinaria marcha en la que, con el objetivo de pedir paz en el país y el cese de la represión por parte de los organismos de seguridad del Estado, madres, esposas, hermanas e hijas abarrotaron los cuatro canales de la avenida Teherán de Montalbán y la Páez, en El Paraíso, en un recorrido desde la sede de la Conferencia Episcopal de Venezuela hasta la plaza Madariaga, frente al comando de la Guardia Nacional.
Durante su trayecto, en el que la masiva asistencia sirvió para comprobar que no solo quienes son considerados pudientes por habitar en urbanizaciones del este de la ciudad, adversan al Gobierno. Las manifestantes, convocadas por la esposa del detenido líder de oposición Leopoldo López, la diputada María Corina Machado y la dirigente estudiantil Gaby Arellano, optaron por detenerse a rezar cada vez que se sentían amenazadas. Su objetivo, cumplido: entregar un documento en la sede de la Guardia Nacional para pedir el fin de la represión violenta. Se realizaron acciones similares en cerca de 10 ciudades más, incluidas Barquisimeto, Maturín y Mérida.
Mientras se realizaba la manifestación, el presidente encabezaba otra, en el palacio de Miraflores, con representantes de los pueblos indígenas, agricultores, campesinos y pescadores.
Las mujeres respondían con oraciones a los intentos de represión de las fuerzas de seguridad del gobierno de Maduro/AFP
Violencia oculta
Más tarde Maduro dio inicio a la llamada Conferencia de Paz, transmitida por la televisora estatal y a la que asistieron empresarios, autoridades locales, artistas y miembros del Gabinete.
Tal actividad resultó empañada por denuncias en redes sociales de hechos de violencia en la represión de protestas pacíficas en el interior del país, incluidas personas con heridas de bala. Algo similar ocurrió el martes en la noche cuando, durante una reunión del Consejo Federal de Gobierno transmitida por cadena nacional de radio y televisión, hubo saqueos perpetrados por motorizados en Mérida, Valera, San Cristóbal, Valencia, Maracay, Puerto Ordaz y un incidente en Caracas en el que un sacerdote fue secuestrado y una iglesia quemada, horas después de una asamblea del presidente Nicolás Maduro con grupos de motorizados.
El funeral de Jimmy Vargas, un estudiante venezolano que perdió la vida en la represión de las fuerzas del gobierno de Nicolás Maduro/AFP
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