Cifras de Fundempresa muestran que la situación del sector privado se ha agravado en los últimos 12 meses, al punto que 23.519 empresas tuvieron que cerrar sus puertas. Un tercio de estas cerradas (7.517) operaba en Santa Cruz, dicen esas cifras que deberían dar lugar a un análisis serio sobre las causas, para buscar soluciones, dado el impacto de esta crisis en la sociedad y en la economía.
Es que no son solamente 23.519 empresarios los que perdieron sus empresas, sino muchos miles de trabajadores que quedaron sin trabajo, todos ellos cabezas de familias. Las repercusiones tienen la forma de anillos concéntricos de alcances muy grandes.
Algunos de los empresarios afectados habrán tenido la tentación de emigrar hacia el sector informal, con lo cual ese sector habrá aumentado su ya enorme ventaja respecto del sector formal. Esto se reflejaría en una reducción de los tributos, en una caída de los aportes a la seguridad social y también a las jubilaciones.
Otra repercusión, no menos dolorosa, es que el país ha quedado sin los bienes que producían esas empresas, lo que lleva a que sea necesario importarlos, agravando la situación de la balanza comercial, ya aquejada por el primer déficit en 12 años. Los voceros de la industria dicen que todo esto se debe a que los consumidores tuvieron la alternativa de comprar productos extranjeros llegados de contrabando, con precios bajos, resultado de las devaluaciones aplicadas en los países vecinos. Muchos de los empresarios quebrados tenían obligaciones financieras que cumplir, pero la caída de la demanda los dejó sin oxígeno, a lo que se agregó el tema de los aumentos salariales y de los dobles aguinaldos.
Se trata de hechos que tienen relación con la política económica, la que es explicada por las autoridades aludiendo a que la política fiscal exige que se mantenga el tipo de cambio fijo, mientras, por otro lado, se toman iniciativas para frenar el ingreso de contrabando.
No se puede pedir a los consumidores que, aplicando criterios patrióticos, prefieran los productos nacionales, cuando hay productos extranjeros a precios menores.
Habrá que esperar una reducción de las condiciones adversas, a fin de que no sigan cerrando más empresas en el país. Las autoridades tienen ahora la posibilidad de aplicar medidas que permitan ayudar al sector privado nacional
la vida política y social de Bolivia adquiere un dinamismo incesante sea porque los problemas básicos no llegan a resolverse sea porque no existe la voluntad política de asumirlos. Este sitio pretende hacer el seguimiento de los asuntos en mesa y traer al debate los que no están resueltos en la medida de la justicia, el derecho y las espectativas del hombre boliviano
sábado, 17 de octubre de 2015
que 24 mil empresas han cerrado parece una exageración, más cuando El Deber nos explica las causas se entiende. el contrabando de productos a menores precios que la oferta, los aumentos de salario y los aguinaldos dobles pesan en este medida que deja en la calle a miles de trabajadores.el Gobierno no se pronuncia
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