El exgobernador de Tarija, Mario Cossío, actualmente residente en Asunción de Paraguay bajo régimen de asilo, escribió una carta pública en la que denuncia el "despilfarro y descarada corrupción" de la gestión del MAS durante los cuatro años y medio que estuvo en el poder en su departamento.
"Se van y nos dejan las huellas del despilfarro y de la más descarada corrupción. Nos dejan una institución destruida, prebendalizada e inepta; vacía de toda visión estratégica (…) Nos dejan una institución que solo fue usada para el aprovechamiento personal y para satisfacer ambiciones económicas, políticas y partidarias", dice la carta, que Cossío redactó debido a que él considera que su gestión recién acaba de terminar oficialmente.
En referencia a la gestión del MAS, que encabezó Lino Condori, Cossío afirma que "ellos se van ahora, echados por el voto del pueblo, pero nos dejan una Gobernación en bancarrota. Y lo hacen sin explicar qué hicieron con los más de 15.000 millones de bolivianos que administraron sin ningún control y bajo una intervención carente de legalidad, cifra que expresa el mayor volumen de recursos recibidos en toda la historia" tarijeña.
"Golpe de Estado"
El también expresidente de la Cámara de Diputados y exprefecto recordó que "en las pasadas horas ha sido posesionado el segundo gobernador del Departamento de Tarija (en referencia a Adrián Oliva). Con ese acto concluyó el mandato que el pueblo me otorgó con su voto, ungiéndome como su primer gobernador; el cual fue interrumpido con aquel funesto golpe de Estado ejecutado por la dictadura de Evo Morales en la madrugada del 16 de diciembre de 2010".
Cossío agrega en su misiva que su separación del cargo de gobernador de Tarija "fue un acto groseramente inconstitucional" y que con ella "se violaron sus derechos políticos". Recuerda que el Tribunal Constitucional boliviano en múltiples sentencias reconoció aquello, pero que éstas nunca fueron "acatadas por el régimen", el que "se negó a restituirlo".
"Opté por la no renuncia"
Cossío fue elegido gobernador en las elecciones de abril de 2010, pero en diciembre de ese año, cuando estaba vigente una ley que permitía la destitución de los gobernadores y alcaldes a sola denuncia de fiscal, fue retirado del cargo por la mayoría de la Asamblea departamental, acusado de hechos de corrupción. Esa ley fue declarada posteriormente inconstitucional.
Luego se declaró en la clandestinidad y fugó a Paraguay, donde le fue concedido asilo político y país en el que vive desde entonces, dedicado a la realización de consultorías en temas de desarrollo. Su gestión debía haber terminado en mayo pasado.
Mario Cossío lo expresa en estos términos: "Acaba de terminar mi mandato de gobernador estando lejos de mi país y en el exilio, perseguido por mis ideas. Mandato al cual nunca renuncié porque hacerlo hubiese significado la rendición de Tarija ante la dictadura y un acto de inconsecuencia con el voto del pueblo que me eligió. Opté por la ‘no renuncia’, como una expresión de rebeldía y de denuncia viva y permanente ante el mundo en contra de la tiranía instalada en Bolivia".
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viernes, 5 de junio de 2015
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