TRASTORNO DISOCIATIVO DE PERSONALIDAD
KAREN ARAUZ
En la semana de la salud mental se accede sin querer a artículos, notas y
opiniones sobre la inmensa gama de desórdenes mentales que nos aqueja a los
humanos. Peor aún en estos tiempos, donde el bombardeo constante de información
y estímulos, hace que nosotros los profanos, encontremos similitudes en los
ejemplos y nos aventuramos a hacer diagnósticos acorde a la realidad de la vida
cotidiana.
Hace unas horas observaba atentamente a la Ministro Anticorrupción, aún
exaltada por su viaje a Viena -lo que es comprensible- trayendo a su regreso al
país una extraordinaria noticia. Bolivia ha sido distinguida en la reunión de
la ONU porque se considera que es vanguardia en la lucha contra la corrupción.
Sus vivos ojos camuflados por intelectuales gafas, decían la verdad. Su
entusiasmo era genuino. Nada podía hacer dudar que lo que expresaba con gran
orgullo, era genuinamente creído por ella.
Es en ese momento, que me atreví a pensar que la señora Ministro es nomás una
parte indivisible del equipo de dignatarios del Estado Plurinacional en
ejercicio, que sufren un desorden
disociativo de personalidad. No hay otra explicación. Andar pavoneándose sobre
las bondades de las políticas anticorrupción en Bolivia, justo ahora, sólo puede ser comprendido en el
marco de una reunión como la de Viena, donde la mayoría de los burócratas
internacionales hace gran coro al himno de su organización conocido como
"saludo a la bandera".
Me da pereza indagar sobre las intervenciones de sus similares de Brasil o
Argentina, porque sospecho que también se mueven bajo la misma línea gracias a Lula-Petrobras
y Cristina-Buodu. Pero para eso están
los Ministros, para ensalzar a sus Presidentes hasta el empalago. Auto crítica
ni soñar. ¿Se la imaginan a la doctora en cuestión, relatándoles a sus colegas el
lamento boliviano porque se esfumaron por arte de magia seiscientos millones de
dólares y tener que admitir la restricción de pisarle la manguera a sus colegas
bomberos como Nemesia Achacollo? Imposible. Es perfectamente entendible
entonces, que la mente de la Ministro encuentre el modo de hacerle la finta a
la realidad y para ello, adopta para sí una personalidad alterna.
Pero no es pues el único ejemplo. Esperemos que aparezca alguien que presente una proyecto de ley para la
creación del bono pro-terapia psicológica, porque el desorden está tomando
dimensiones de una real amenaza de salud
pública de imprevisibles consecuencias. Sino deténganse a observar las distintas
posiciones del gobierno en relación a su
defensa del medio ambiente y su liderazgo mundial. Sus discursos son
impactantes por la gran conciencia ambiental y antiimperialista que denotan.
Bolivia es parte del único pulmón entero del mundo para oxigenarse y nuestra extensión
amazónica, nos da responsabilidad de universales dimensiones en pos de merecido
reconocimiento por nuestra mera situación geográfica.
Ya para consumo interno, se muestran
belicosos desde su primigenia trinchera como es la cocalera y disparan sin
miramientos que la carretera por el TIPNIS va. O va. Otro esfuerzo comprensible
de la otra personalidad que adoptan, dejando el romanticismo de la selva con
sus parabas azules y sus generosos humedales para que surja la personalidad
pragmática que lucha en su interior. No hay alternativa, hay que desdoblarse.
Una personalidad ambientalista admirable y digna de aplauso en el discurso externo
con automática facilidad de cambiar cómodamente de identidad. Es tan notorio
este síndrome de personalidades disociadas, que debemos mencionar el fervor y
la unción religiosa que ha despertado en el gobierno la visita del Papa
Francisco sobre todo si habrá cientos de medios internacionales que
testimoniarán su gran espiritualidad. Quintana y el Conalcam en su transformación, quitarán espacio a los viejos militantes
católicos que no tendrán cabida en las cercanías del Papa pero sí lo observarán
todo por el circunstancial y brevemente benigno canal estatal. El Cardenal
Terrazas -que pensaba que lo había visto todo después del misterioso atentado
en su residencia- tiene impreso en su
rostro, la más genuina expresión de asombro.
A los optimistas les ha dado inmensa alegría ver al Presidente con el
Gobernador de Tarija "al partir de un anís". De golpe y porrazo, el Dr. Oliva ha sido
revelado a los ojos de SE como el único opositor que vale la pena. Dudoso en
esto la doble personalidad. Da para sospechar que la chequera de Tarija tiene
mucho que ver en este repentino enamoramiento. Como esa tía odiosa potencialmente
heredable que el tener sus pesos en el banco la hace irresistible.
Las contradicciones inherentes a este desorden mental requiere de la más
amplia comprensión que asombra primero,
espanta después y por último, cansa. Hay lugares específicos donde
guardar a estos sujetos que con impunidad, andan entrando y saliendo de la
racionalidad. Porque por muy generoso
que se sea, no cabe duda que responsabilizar a un involuntario desorden mental
de lo arbitrario en el proceder, cruza la línea que la divide de la impostura y
la estafa en la estructura de poder.
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