El Gobierno nacional ha anticipado que el 31 de diciembre de este año la tasa de crecimiento de la economía será del 5,2% y, por lo tanto, las empresas privadas deben pagar el doble aguinaldo. El cálculo no coincide con los de la Cepal y el Fondo Monetario Internacional, que hablan de una pronunciada caída de la economía regional en el presente año, con lo que confirman que ha pasado la época de vacas gordas y llegó la de las flacas. Es decir que estas predicciones ponen en duda las cifras de todos los países de la región y quizá estén anunciando que el crecimiento de la economía de Bolivia sea algo inferior al 5%, que marca la posibilidad del doble aguinaldo.
Dirigentes empresariales han hecho saber que el anuncio del Gobierno nacional es precipitado y, curiosamente, ha sido hecho en medio de la campaña electoral. Piden esos empresarios esperar a que se tengan las cifras definitivas del crecimiento de este año antes de hacer ese anuncio, sobre todo si la posibilidad de que no se alcance la meta del 5% es tan pequeña.
La revista especializada América Economía informó sobre estas predicciones de los organismos internacionales, según los cuales las proyecciones de un crecimiento promedio del 2,7% para todos los países deben ser rebajadas al 2,2%.
La publicación incluye este comentario: “¿Pertenecen al pasado los años de las vacas gordas en América Latina? Claudia Zilla, del ‘think tank’ alemán Stiftung Wissenschaft und Politik, dice: ‘Los años de vacas gordas pocas veces son eternos. América Latina se benefició durante una década del auge de las ‘commodities’, es decir, de la fuerte demanda de materias primas y brutas y sus altos precios en los mercados mundiales’”.
Queda flotando la pregunta de cuáles son los países que tomaron previsiones, que ahorraron durante la época de las vacas gordas a fin de contar con recursos cuando ella haya pasado.
Mientras tanto, habrá que preguntar si la decisión del Gobierno de poner en operaciones la fundición de Karachipampa no fue también precipitada, a tal punto de que haya hecho crisis. El gasto de esta operación es muy alto y quizá no valía la pena hacer semejante esfuerzo solo para coincidir con la campaña electoral.
Las decisiones de política económica deben ser tomadas con mucho cuidado, pero sobre todo no deben ser inspiradas en intereses electorales
la vida política y social de Bolivia adquiere un dinamismo incesante sea porque los problemas básicos no llegan a resolverse sea porque no existe la voluntad política de asumirlos. Este sitio pretende hacer el seguimiento de los asuntos en mesa y traer al debate los que no están resueltos en la medida de la justicia, el derecho y las espectativas del hombre boliviano
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