A los requisitos que se exige a los oficiales de las Fuerzas Armadas (FFAA) para ascender de grado se ha agregado el de cursar estudios en la recientemente creada Escuela de Comando Antiimperialista General Juan José Torres Gonzales, para, de acuerdo al Presidente del Estado, repasar la historia de las FFAA y “la lucha de los movimientos sociales(...) y así “prepararse ideológicamente para defender la soberanía, la dignidad, para defender nuestra patria y nuestros recursos naturales”.
Se trata, probablemente, del intento más serio para alinear la formación castrense en las propuestas que desde Venezuela y Cuba se fueron irradiando gracias al impulso del fallecido mandatario Hugo Chávez. Pero, es una decisión inquietante, pues, de acuerdo a la Constitución Política del Estado vigente, la misión fundamental de las FFAA es “defender y conservar la independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la soberanía del país; asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido, y participar en el desarrollo integral del país”, para lo cual, se norma que su organización descansa “en la jerarquía y disciplina. Es esencialmente obediente, no delibera (...) Como organismo institucional no realiza acción política; individualmente, sus miembros gozan y ejercen los derechos de ciudadanía en las condiciones establecidas por ley”.
Nuestra historia nos enseña a no jugar con fuego porque pueden quemarse todos, y la experiencia, particularmente la de los últimos años, nos dice que el mejor servicio que prestan las FFAA es acatar las disposiciones, obviamente encuadradas en la Constitución, del gobierno legítimamente elegido. Todo ello, además, sin referirnos al paso por la historia del general cuyo nombre lleva este Comando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario