En las vísperas de la llegada a La Paz del papa Francisco reina una intensa actividad en el Palacio Quemado, propiedad del señor Evo Morales después de 10 años de inquilinato, aunque no pagó alquileres ni un solo mes. La actividad febril que reina en la casa palaciega me fue descrita por mi reportera asignada en la tétrica casona donde –según declaraciones confidenciales del extinto presidente Hernán Siles Suazo deambulaban los espíritus de Busch y Villarroel– es limpiada con agua y jabón y sus paredes interiores son repintadas para hacer a la Casa de Gobierno menos fantasmagórica.
Según me informa mi corresponsal periodística, el despacho presidencial fue uno de los recintos que merecieron una labor más prolija de las mujeres a quienes fueron encargadas las labores de limpieza, a quienes la inquieta periodista entrevistó para conocer mayores detalles de la histórica labor que realizaron a punta de escobas, agua, jabones y otros materiales. Aquellas buenas y sacrificadas mujeres le contaron a la cholita cochabambina que en el despacho presidencial encontraron todo tipo de basuras y desperdicios como ser trozos de panes duros, pepas de duraznos y cáscaras de maní, alimentos que seguramente fueron consumidos por los ministros y viceministros del presidente Evo en sus reuniones de Gabinete u otras con importantes dirigentes de organizaciones sociales.
Mi perspicaz reportera también descubrió que la fotografía gigante del Che Guevara que preside el despacho presidencial fue retocada por hábiles fotógrafos para darle mayor vida e impresionar más aún al Pontífice Católico que nació en la Argentina.
Parece que por sugestión del culto e ilustrado vicepresidente Álvaro García Linera, fueron colocadas en una estantería cercana al escritorio del señor Evo Morales algunas obras de Marx, Lenin, Trotsky y Mao, junto a algunas ediciones de la Encíclicas Papales, como “Rerum Novarum” y “Cuadragésima anno” y la última del papa Francisco acerca de la defensa del Planeta y del Medio Ambiente. También hallaron un papelucho arrugado con la lista del nuevo Tribunal Supremo Electoral.
Además, me mostró la cholita cochabambina nacida en Quillacollo unos escapularios con el Corazón de Jesús y el Corazón de María que deberán lucir todas las señoras y señoritas que trabajan en el Palacio de Gobierno, incluidas las periodistas asignadas en esa importante fuente de información, como la cholita Macacha quien también me confirmó que nuestro Presidente Vitalicio continúa estudiando en sus momentos libres el Catecismo del Padre Ripalda para discutir con el santo padre Francisco algunos puntos referentes al gobierno de la Santa Madre Iglesia.
Como verán mis lectores, todo está preparado para recibir mañana al Padre Común de la Cristiandad.
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