Bolivia no apoyó la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) sobre Siria debido a que el documento “no es equilibrado” y supone intervención militar, dijo ayer el representante de Bolivia ante la ONU, Juan Carlos Alurralde.
El vicecandiller dijo que apoyar la condena a Siria significa contradecir la política pacifista del país, establecida en la Constitución Política del Estado (CPE).
El pasado jueves, la Asamblea General de la ONU aprobó por amplia mayoría una resolución que condena "las sistemáticas violaciones de derechos humanos" cometidas por el Gobierno de Siria y pide el inicio del plan de transición propuesto por la Liga Árabe.
Según el recuento de la votación, 137 países se pronunciaron a favor de la resolución, 17 se abstuvieron y 12 votaron en contra. Estos países son Rusia, China, Irán, Bielorrusia, Zimbabue, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia, además de Siria.
Alurralde explicó que se votó contra la resolución porque el Consejo no admitió las opciones propuestas, que buscaban precautelar el respeto a los derechos humanos desde una perspectiva más integral, tomando en cuenta no solo a los grupos que están en conflicto en Siria y, además, buscaban evitar la intervención armada.
“No quisieron incorporar las sugerencias de muchos países o que muchos países hicimos”, dijo aunque no detalló qué tipo de sugerencias se hicieron.
Otra razón, según Alurralde, por la que el Gobierno no respaldó la resolución es que “devenga en hechos de intervención militar o armada. Bolivia por su Constitución (Política del Estado) es un país pacífico, nosotros consideramos que las cosas se tienen que resolver en paz, armonía, en diálogo”.
Alurralde dijo también que para resolver los conflictos se deben utilizar medios pacíficos. “Es parte de nuestra conducta, está bajo nuestra política exterior y es por eso que tampoco podemos acompañar cualquier proyecto que se refiera a intervención o uso de violencia”.
Indicó que la pacificación de Siria debe partir de un proceso interno, entre las partes involucradas, y a partir del respeto a los derechos humanos.
“Respetamos los derechos humanos, creemos en un enfoque integral y no solo un enfoque parcial de la resolución. Hemos intentado mejorarla para que la acompañemos todos, pero no lo permitieron”, dijo.
Rusia, al igual que China, Venezuela y Ecuador, justificó con argumentos similares al de Bolivia, el veto a la resolución. Desde la Cancillería rusa se explicó que la resolución del Consejo no condenaba a la oposición siria de la misma forma que al gobierno sirio.
SEGUNDO VETO
En dos ocasiones, Bolivia ratificó su posición de votar contra la resolución de la Asamblea General de la ONU. La primera fue en noviembre de 2011, cuando 122 países respaldaron el documento, con 41 abstenciones y 13 votos en contra.
El jueves pasado más países apoyaron la resolución, pero Bolivia revalidó en suposición y votó en contra del documento.
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