PELIGROSA APROXIMACION
El descubrimiento de ciertas verdades trae consigo peligros inevitables. El
año 2012 que acabamos de cerrar, ha dejado una estela de enigmas que a la luz
de la lógica de la opinión pública, ni son tan enigmas, pero sobre todo, no son
para nada inocuas.
El gran borrador que el gobierno tiene implantado en el codo, funciona
aunque no impecablemente. Las sombras de los borrones son perceptibles porque
en los últimos tiempos se han vuelto bastante menos pulcros, pues es imposible
disimular las huellas que en ocasiones como ésta, brinda demasiadas pistas obvias
lo que es grave tanto para investigados como para investigadores.
La Presidente de Diputados está viviendo sus últimas horas en esa calidad.
Sin haber dicho mucho, aparentemente lo ha dicho todo. Al pretender que el
ascensor de las investigaciones sobre la red de extorsionadores no se pare en
los pisos inferiores y continúe su camino hasta la cima, ha decretado con total
claridad cuál es su futuro. Incluso, los funcionales de siempre van más allá y
están hablando de una ignominiosa expulsión de la desleal de sus intocables
filas.
El ex-fiscal Isabelino Gómez, no parece estar dispuesto a ser uno más de
los chivos expiatorios. El cambio de estatus de declarante informativo a
investigado, es algo que no lo dejará callado. Sabemos que muchos de los
involucrados de una u otra manera, podrían perfectamente arrastrar en su caída
a más de un personaje de niveles superiores. Y este es el caso de Gómez. Él,
que bien conoce ambos extremos del banquillo, sabe que entrar es fácil, pero
salir ya es otra historia.
El ex-Ministro Chávez, es otra clara muestra de quien no está dispuesto a
pasar de ser una pieza clave del régimen masista, al armario en el sótano -bastante
poblado- por quienes son denostados
constantemente por el jefe de su partido, incluso despreciados públicamente por
su supuesta traición. Dejarse lapidar por proveer de protección a los que no
dudarían en lanzarles la primera piedra, no entra en los cálculos de su sobrevivencia
política. La Ministra Suxo no parece ser alguien por quien valga la pena
dejarse enterrar. Excepto para los más altos niveles.
La cerrada defensa de la dulce Nardy a quien nadie está autorizado hacerla
llorar, es una posición extremadamente peligrosa que el Presidente -desde su
supremo sitial- no puede aquilatar. Es
por eso que este tema se está tornando tan peligroso. Porque volvemos al tema
de los fusibles. Evo Morales si bien es reconocido como un político dotado de
olfato, carece de reflexión verbal. No tiene la capacidad de evaluar los pros y
los contras de sus declaraciones públicas.
La cautela, cuando además se es el centro de la atención mediática, es
un ingrediente indispensable para lograr la objetividad necesaria para
preservar no solo la imagen, sino para no convertirse en la espada de su propio
harakiri que por supuesto ni calcula, ni desea.
Se puede imaginar con facilidad que las fiestas de fin de año, no fueron
para nada felices para la comisión de fiscales que están investigando. Y esto
incluye al flamante Fiscal General, que ve como la figura de su antecesor, ayer
llena de gloria, como él hoy, es parte del torbellino que todo lo está removiendo.
Wilson Soria, ex Director de Régimen Penitenciario, se despacha sin
contemplaciones -ni siquiera por su reciente inmunidad diplomática- contra
Sacha Llorenti, uno de los más polémicos, observados y resistidos de los
personajes de toda esta trama. No es difícil pensar que las fiestas tampoco han
sido muy felices para el propio Presidente. En su fuero interno, tiene que
estar sintiendo la terrible y mítica soledad del poder. Él que es suspicaz y
desconfiado por naturaleza, está viendo como uno a uno, sus mejores paladines
han encontrado otros rumbos ajenos al supuesto proceso de cambio. No es posible
-lamentablemente- hablar de abandono de mística
política. Eso sería dar cierta valía a algo de lo que siempre carecieron
pues es claro que este movimiento, es simple caudillismo demagógico y prebendal.
Resulta que son los cocaleros de sus amores quienes están hoy convertidos
en una especie de oráculo donde acude en
búsqueda no de iluminación, claro, sino en búsqueda desesperada de aceptación,
cobijo y solidaridad. La sociedad boliviana observa aturdida el desarrollo de
los acontecimientos surrealistas por las que aún estamos obligados a transitar.
Estas arenas movedizas que amenazan con sumir al país en una grave crisis
institucional, se torna día a día en un callejón plagado de luces de alarma. La
aproximación a la verdad suele tener esas características. La Gran Interrogante
es qué se hace una vez que se posee esa verdad. Si el Presidente continua
poniendo sus manos al fuego y su cabeza bajo la guillotina por sus más cercanos
y poderosos colaboradores y las evidencias llegaran a conclusiones incontrastables...la
pregunta sin duda, irá más allá de a dónde va Bolivia.
Karen Arauz
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