PODER PARANORMAL
Gran parte del
mundo ha estado observando a Venezuela y el desarrollo de los acontecimientos desde
que, a pesar de conocer su precario estado de salud, Hugo Chávez se presentara
a las elecciones de octubre de 2012 en una demostración inequívoca de su
convicción mesiánica. Decidió trascender a la muerte a cualquier costo
traspasando el poder político a su delfín, el escogido.
Encontró en el trabajador transportista el ideal para hacer
su apuesta, pues el moldeado de su lealtad y veneración incondicional fue un trabajo de
filigrana política. El gran ego de Chávez, no le hubiera permitido
jamás el surgimiento de algún otro seguidor que tuviese luces propias y
pudiera opacar el brillo oropelero de su paso por la tierra. El inmenso giro que tomó su vida y la
realización de sus más locos sueños al lado de su Comandante, hizo de Maduro la
persona perfecta para garantizarse el endiosamiento de su imagen, la
perpetuación de su nombre y de su pretendida revolución.
El que no tenga pasta de líder capaz de
ensombrecer su recuerdo al menos por un tiempo, no es óbice para que fiel a su
entrenamiento, pueda vociferar la retórica aprendida y sensibilizar al pueblo
doliente de impecable manera. Como la Constitución venezolana ha pasado a ser
parte del anecdotario de su también extinta vida institucional, ningún escollo
se otea en el horizonte para que Chávez desde el más allá, no esté sonriendo
satisfecho de verse homenajeado por el pueblo, arengado por el hábil Maduro.
El Presidente
"encargado" como si de un furgón se tratara su República, en las
últimas horas ha oficializado su candidatura. Lo de encargado -folklore aparte-,
es sin duda un apelativo correcto. Porque ni Chávez juró a un nuevo período
constitucional, ni mucho menos se podría llamar presidente constitucional a
Maduro. El 14 de abril, día fijado por el Tribunal Electoral ha sido denominado
por él mismo como el "día de la resurrección". Prueba contundente que
Chávez no se equivocó en su elección. Con notables dotes histriónicos , su encendida
perorata autoproclamándose "hijo de
Chávez" me trae a la memoria a Kim il Sung y su vástago hoy en función Kim
il Un quien resultó ser un digno heredero sobre todo en la consistencia
violatoria de todos los derechos del pueblo.
Es verdad que Chávez
Frías tuvo la capacidad de vender la ilusión de que empoderando a los sectores
marginales de la población, por arte de magia, se les cambiaba sustancialmente
su calidad de vida. Pero eso puede no ser excesivamente malo, todos necesitan
una ilusión aunque se presienta que la manipulación está siempre presente y la
realidad es demasiado dura para querer enfrentarla.
Los hospitales
públicos en la archi millonaria Venezuela, están desprovistos de material
básico. Con la cantidad de recursos que en chorro ingresa a las arcas públicas
diariamente y catorce años de un gobierno sensible y apegado a los pobres, se debiera
contar con instalaciones hospitalarias dignas de los países nórdicos. El asistencialismo es exactamente eso. Un pozo
profundo por el que se escapan los recursos en actos de la más pura demagogia
pero que obtiene dependencia y asegura lealtades. El administrador de la
economía venezolana, sólo ha anotado el haber en el libro de contabilidad. El
debe, será una de las herencias más onerosas que los ciudadanos venezolanos
tendrán a su cargo ineludiblemente en cuanto el precio del petróleo baje y el
torrente se estreche. Un verdadero nuevo
rico. Chávez no ha creado nada que pueda diversificar la economía que haga accesible
la prosperidad y la creación de riqueza sustentable. El desarrollo de su
industria es inversamente proporcional al discurso, importa hasta agua
embotellada.
No sorprende que
en este período la criminalidad traducida en homicidios haya subido de un 22% a
un 74%. Como en algunos otros países de su "eje", sólo un mínimo (11%)
de casos han merecido condenas. Es que los jueces andan muy ocupados, buscando
las figuras legales aptas para acallar a aquellos que se oponen a ciertas
administraciones.
Inevitablemente
las futuras generaciones y la historia
le reclamarán al embalsamado líder venezolano, el haber destruido consistentemente
la institucionalidad. Aunque exhibido por los años por venir en su urna de
cristal, el desencanto llegará cuando se tome conciencia que la destrucción de
la iniciativa privada así como la cooptación de los medios de comunicación, no
ha sido ni siquiera por razones ideológicas. Simplemente porque el ejercicio
del poder -cualquiera su índole., sólo debía provenir de él y en función de él.
Chávez vivió para copar horas de televisión,
fungiendo de vengador justiciero contra el imperio en defensa de su soberanía
nacional. Pero nunca dijo que sólo para ser remplazados por otros menos
glamorosos y de bastante más oscuras intenciones como los iraníes y los rusos. Ni hablar de los cubanos que surgieron como
hongos por todo ese país y en todas las esferas.
Poco probable que
Maduro no sea electo presidente el 14 de abril. Las cosas "se han dado" de tal modo, que el voto póstumo está
garantizado. Tanto como el Tribunal Electoral. Sólo queda esperar que este
culto en el que están inmersos, no desborde haciendo que la sangre llegue al
río.
Karen Arauz
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