viernes, 17 de junio de 2016

Alvaro Puente desde El Deber, lanza un agrio reproche al MAS que engana a SC en materia de salud, que dice tanta mentiras que nadie le cree. vivir bien, es ante todo conservar la vida, cuidar la salud y un buen servicio de salud, simplemente no existe, si acaso no recurre a una "clínica privada" como lo hizo Evo Morales.

Retumbaba en el país el anuncio solemne del Gobierno. Ofrece cerca de mil nuevos cargos para el servicio de salud. Parece un esfuerzo increíble. Qué exceso de generosidad. Lo contaban como si fuera más de lo que nadie pudiera pedir. Del total, a Santa Cruz le corresponden 101 ítems. Solo tres son médicos. ¡Se pasaron! ¿Sabe usted cuántos cargos nos faltan? Aquí necesitamos más de 10.000 nuevos ítems y solo nos han dado 101. De cada 100 que necesitamos, viene de camino solo uno. No es ni un remiendo a nuestra miseria. Es una burla, una broma de mal gusto, después de diez años de olvido total de esa terrible necesidad.

¿Qué hace el presidente construyendo escuelas y colegios en cientos de municipios? No le corresponde. Es obligación y tarea de los alcaldes, y la cumplen bastante bien. El tema es que regalando mil escuelas hay mil inauguraciones, mil fiestas, miles de horas de propaganda en canal 7, mil discursos de autobombo, mil cántaros de chicha y mil borracheras que se recordarán en los mil pueblos. Su obligación son los sueldos de salud, pero solo dan para una noticia. No son propaganda electoral. ¿Qué hace el presidente organizando el transporte urbano o el interurbano? No es su responsabilidad. Es tarea de alcaldes y gobernadores. Pero en un teleférico se puede poner fotos del presidente en cada canasta, se pueden hacer mil pancartas, se hacen reportajes. En cambio, nadie nota que funciona bien el sistema de salud. No da votos para otro referéndum. El tren cruceño dará para toneladas de mixtura, para orquestas y fuegos artificiales, para discursos larguísimos que repetirán obligados radios y canales. Los médicos solo curan. Las enfermeras solo calman el dolor y consuelan. Sus sonrisas no son propaganda del MAS.

Señores gobernantes todopoderosos, el vivir bien que ustedes anuncian, antes que nada supone que conservemos la vida. Si nuestra sociedad nos permite cuidar la salud y la felicidad, sin querer tendremos la gratitud más grande. Tendríamos más reconocimiento que el que provocan todos sus discursos de falsedades y de rencores. El bienestar profundo de sentirse bien tratado produce más alegría y bienestar que todas las horas de borrachera. Si les importáramos, hace años se hubieran ocupado de darnos un servicio de salud que nos cure y nos trate con calidez, nos darían escuelas que formen de verdad a nuestros niños, tendríamos una Policía correcta, tendríamos jueces honrados. Si hubieran hecho algo de lo mucho que nos prometieron, tendríamos todos una salud como la que Evo Morales tuvo que buscar en una clínica privada

lunes, 6 de junio de 2016

lo de "la marcha de Evo" es asunto del Imperio sugiere Agustín Echalar cuyo sentido de fina sorna no dejo de admirar.son los tresmilitares, todos ellos agregados en la Embajada de EEUU, sin embajador, lodel himno, justamente para desprestigiar aún más al líder cocalero, es en todo caso "una desorejada ocurrencia" da para reírse a carcajadas....

Por una vez, me inclino a seguir los vericuetos del pensamiento oficialista y le otorgo al asunto de la Marcha de Evo la posibilidad de que detrás de ella esté la mano negra del imperio. Y es que es difícil imaginar algo que desprestigie tanto a un mandatario como que se entone un himno en su honor. Más allá de que el llunkerío sea parte inherente de nuestra nacionalidad --no olvidemos el nombre que tiene nuestra querida patria-- hoy, en pleno siglo XXI, un himno compuesto para honrar al presidente en ejercicio es no sólo un vituperio, sino algo que pone en ridículo al mandatario dentro y fuera de las fronteras. ¿Quién podría querer tan mal a nuestro Jiliri Irpiri? es la pregunta que uno debe hacerse, y claro, ahí salta el imperio. Y si pensamos que la legación boliviana en Washington la encabeza un militar y hay tres agregados militares más, no es una locura llegar a conclusiones sobre de dónde podría venir esa peregrina idea. (Note el amable lector que estoy utilizando los métodos de razonamiento usuales del régimen respecto a las conspiraciones que continuamente denuncia). Si Ud. se está preguntando ahora para qué necesita Bolivia tres agregados militares en Washington, no lo culpo, porque es con su plata que ellos están allí, pero por favor, no nos distraigamos, esta columna trata de la Marcha de Evo.
Pero seamos serios, no hay ninguna prueba de que detrás de esto esté el imperio, ni las oficinas bolivianas  de Washington. Lo que sí es cierto es que es una iniciativa militar. De eso si hay pruebas, empezando por la convocatoria para componer el mentado himno.
El proceso de la creación de esa pieza musical no deja de ser una conspiración, porque verdaderamente atenta contra la imagen y contra la investidura presidencial. Uno puede imaginarse a los comandantes reunidos y en forma traviesa planear un genial estiletazo, deshonrar honrando, ridiculizar alabando.
Considerando que hubo un concurso y viendo la letra del himno a la que la prensa y la opinión pública han tenido acceso, la única conclusión posible es que el certamen fue ganado a la inversa, vale decir, se eligió a la peor composición. Cabe todavía preguntarse si esta composición fue producto de la deficiente formación que tenemos en la patria, o si hábiles y traviesos cerebros la armaron línea por línea en una tarde de irreverente inspiración.
Imagino a los pícaros autores del texto adecuadamente uniformados, tal vez con lentes oscuros, participando de un evento en presencia de su Excelencia y muriendo de risa por dentro, mientras los pobres soldados entonan la famosa canción, e imagino también su hilaridad al ver a los ministros, tan amaestrados ellos que si les dan una torta de estiércol, la prueban y dicen que sabe bien, sin dejarse traicionar por ninguna mueca de asco, aplaudiendo la nueva canción patriótica.
Esta desorejada ocurrencia da para reír y distraerse en una mañana de domingo, más allá de que es parte del sórdido paquete de culto a la personalidad que incluyen medallas, la pretensión de poner el nombre del presidente a un aeropuerto, el hacerlo con un puerto, el endiosamiento en los discursos del vicepresidente, el museo de Orinoca, y el mismísimo palacio de Evo, pero no debe hacer que nuestra atención de lo atroz que está sucediendo en estas gélidas semanas preinvernales sea distraída.
El atropello por el que está pasando el abogado León, el manejo y manoseo por parte del poder central de la fiscalía y del aparato de justicia en general, para perpetrar una venganza de tinte personal, ha devaluado la vida pública de Bolivia a niveles no conocidos en democracia.
Como todavía creo en la gente, me imagino que también los masistas de base están asqueados. De hecho, puede ser que esto también pase con los mandos medios, quién sabe haya inclusive algunos ministros que cuando están solos, encerrados en un cuarto, no disimulen las arcadas.