sábado, 30 de mayo de 2015

moderno y a la vez vieja mancha de los gobiernos en América Latina "la Corrupción" a que se refiere El Deber cuando menciona a Brasil y México dos de los grandes avusados.

No podemos convivir con la corrupción, reconoció esta semana la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante su estratégica visita a México, donde se reunió con Enrique Peña Nieto. Paradójicamente, ambos mandatarios están bajo la picota por sonados casos de corrupción que han puesto en entredicho su confiabilidad frente a los cada vez más exigentes electorados. 

América Latina enfrenta un momento lleno de contradicciones en este sentido. El boom económico de los últimos años permitió a la región evadir en gran medida la crisis financiera global que sacudió a las principales economías del mundo en las últimas décadas. Las jugosas ganancias por las exportaciones de materias primas y un ordenamiento evidente de las cuentas públicas abrieron las puertas a un crecimiento sostenido que, hoy, se ha visto ralentizado por el bajón en China, principalmente. Los recursos obtenidos de esas ventas ampliaron la distribución de recursos públicos y la ampliación de la inversión en infraestructura. El resultado evidente ha sido el derrumbe de los índices de pobreza y la ampliación de los sectores de clase media. Pero la agenda ha quedado incompleta, en gran medida, por el retraso existente en las clases políticas que gobiernan la mayoría de los países de la región, sean estos de izquierda, de centro o de derecha, que siguen cayendo en manos del flagelo de la corrupción. Rousseff y Peña Nieto son dos ejemplos claros de este fracaso. Los escándalos del ‘mensalão’ y de Petrobras, en Brasil, y las concesiones vinculadas a casas de lujo, en México, señalan que en los dos países más grandes e influyentes de la región el asunto está pendiente.

Desafortunadamente, no son los únicos. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, enfrenta por estas horas serios cuestionamientos por los casos Nuera-Gate y Soquimich, lo que ha roto la tradicional imagen de Chile como país libre de corrupción. Ni hablar de Venezuela, que aparece entre los países más corruptos del mundo, según Transparencia Internacional. Ni Argentina, cuyo vicepresidente está procesado por una licitación irregular para la impresión de billetes bajo un supuesto tráfico de influencias.

Bolivia tampoco está ausente del fenómeno. El desfalco de dinero público en el Fondo Indígena, los casos de corrupción en YPFB y las sospechas de licitaciones amañadas en diversas áreas señalan que en Bolivia tampoco hemos superado este flagelo. Ojalá los sectores políticos tomen nota de este problema y adopten medidas en serio para librar a la región de la recurrente e histórica corrupción

miércoles, 27 de mayo de 2015


La Cato cumple casi medio siglo

cuando celebra 49, recibe gran homenaje



La pasada semana, esta importante universidad privada, la primera enCochabamba, recordó sus 49 años de experiencia en Educación Superior, con una serie de encuentros, mayormente, culturales y afines a las carreras que dictan. Es aquí, que resulta oportuno, especial reconocimiento y el deseo de larga vida institucional, que iniciaron su vigencia académica, con la carrera de Filosofía, de la que egresaron jóvenes filósofos, hoy importantes personalidades en la investigación y la cátedra. 

La ¨Cato¨, como la llaman sus catedráticos, administrativos y alumnos, tiene muchos aspectos para destacar, por mérito y lucha propia, para ocupar sitial importante en el sistema de universidades privadas y públicas. Tanto, que, es la única privada que otorga, después de cumplido con el pensum y requisitos, títulos en Provisión Nacional con reconocimiento dentro y fuera del país. 

Cuenta con 31 convenios, suscritos, con universidades internacionales de alto nivel que les permite intercambios de estudiantes de pregrado y postulaciones a becas de posgrado para realizar estudios de especialización. Es también, la “Cato”, parte de la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) y de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL). Suscribió convenios con empresas del medio para que sus alumnos accedan a pasantías, proyectos de grado y trabajos comunitarios, entre otras actividades, que generan confianza y cierto grado de experiencia, que les permite competir, en mejores condiciones, para optar puestos de trabajo. 

Es importante destacar, la formación de profesionales en 19 diferentes disciplinas, entre estas, 9 ingenierías con muy buena perspectiva, dentro la visión y futuro de empresas modernas en el ámbito nacional e internacional.

A 49 años de la fundación de la Universidad Católica Boliviana ¨San Pablo¨, sobresale el prestigio, muy bien ganado, que la ubica entre las mejores del país, producto del esmero, dedicación y aporte de sus catedráticos, que forman parte de esta Superior Casa de Estudios, previo examen de suficiencia para garantizar la formación de profesionales de primera línea.

Estas últimas semanas, la “Cato”, recibe alumnos de último curso de bachillerato, a fin de introducir y motivarlos en las diferentes carreras que dictan; como una más de sus actividades ponderables; ya que los futuros bachilleres encuentran mayor información y referencias de las distintas carreras, que les facilita la toma de decisión, de la carrera a seguir. Su contribución a la formación profesional, de jóvenes estudiantes, es digna de reconocimiento, al igual que a su Rector Regional Dr. Alfonso Vía Reque. (Texto aparecido en OPINION, el diario cooperativo de Cochabamba)

domingo, 24 de mayo de 2015

Caminos al Mar los surgidos en un reciente Foro Universitario con interesados en marcar las vias, para llegar al mar. Harold Olmos resume el pensamiento de sendos personajes que han tenido que ver con Chile, con el MAR con el Derecho Internacional. muy instructivo y útil.

Las jornadas en La Haya favorecen la estrategia en la que el país está empeñado para retomar la condición de vecindad al Pacífico. A la sensación de confianza se suman interrogantes que, en el corto plazo, deben empezar a ser respondidas.

No se vislumbra cuándo la pelota empezará a rodar para las siguientes fases de un juego supremo para Bolivia, pero parece prudente analizar cuánto el país está dispuesto a invertir. ¿Canje territorial? ¿Algo menos o algo más? ¿Algo diferente? El tema cautivó a una audiencia que se congregó en la Universidad Nacional Ecológica para escuchar las opiniones de especialistas del tema en sus distintas facetas.

En un paquete académico de seis en uno, Rubén Darío Cuéllar, Antonio Mariaca, Hugo Siles, Karen Longaric, Alberto Zelada y Fernando Salazar concurrieron a una invitación del rector de esa universidad, Carlos Hugo Molina, para exponer puntos de vista sobre el tema que tiene a la diplomacia boliviana bajo alerta máxima.

Cuéllar, ex cónsul adjunto en Chile, partió de la premisa en que se apoya la gestión en curso: Bolivia no busca revisar ni desconocer tratado alguno, sino recuperar cualidad marítima. Enseguida, el catedrático Mariaca sostuvo que la Corte de La Haya se declarará competente, pero solo al final de la ronda en curso, para la que reclamó “cautela y buenos modales” pues “no es tiempo de confrontación”. “Con La Haya o sin La Haya tenemos que negociar”. Cerró su intervención abriendo puertas hacia el punto que quema en toda discusión a la hora de la cuenta: ¿cuánto?

Hugo Siles, ministro de Autonomías, aseguró que las reuniones del presidente Morales con expertos nacionales antes de llevar la disputa a La Haya fueron una consulta nacional y que el camino había sido cuidadosamente preparado. En la ronda siguiente destacó las pérdidas económicas del enclaustramiento. Karen Longaric, también profesora de Relaciones Internacionales y exdiplomática, propuso a sus colegas hablar sobre las bases jurídicas de las posiciones de los dos países y de la intangibilidad de los tratados, angular en la diplomacia de Chile.

Un plato más fuerte lo sirvió el ex vicecanciller y ex cónsul general en Chile, Alberto Zelada. La delegación boliviana debió haber respondido de inmediato “19 de diciembre de 1975” a la primera pregunta del tribunal, sobre cuándo había concluido un acuerdo para negociar un acceso soberano al mar, dijo. Aquella fue la fecha de la proposición formal de Chile, producto de la reunión Banzer-Pinochet. Y sobre lo que debía plantear Bolivia si llegase un nuevo momento de negociación, el punto de partida debía ser esa fecha. La sala estuvo de acuerdo en que los dos países habían ingresado a temas esenciales.

Fernando Salazar, autor de una de las obras de biblioteca sobre la cuestión marítima Desatando nudos, recordó que en La Haya no se está discutiendo una salida al mar sino sobre reunirse alrededor de una mesa y negociar. También partidario de fórmulas ‘subóptimas’ como alternativa (‘supremacía territorial’, o todo, excepto soberanía plena), el internacionalista mostró insatisfacción con el desempeño boliviano.

“Nuestra respuesta no fue la más feliz”, dijo respecto a la primera pregunta –la aludida por su colega Zelada- pero destacó la audacia del presidente Morales al romper un ciclo en la ruta de la política marítima y avanzar con la bandera de “los actos propios”.

Zelada prendió una señal. En 1943, recordó, ocurrió un viraje en la política exterior boliviana, que hasta entonces buscaba modificar el tratado de 1904. Ese año el país entregó una memoria al secretario de Estado de EEUU reconociendo la legalidad de la soberanía de Chile sobre la costa que había sido boliviana. Pero enseguida subrayaba la necesidad que tenía de una salida al mar, que esperaba satisfacer en entendimientos directos con Chile. Sobre esa base llegaron las notas de 1950, Charaña y la proposición de 1975. El hito contrastaba con el peor nivel al que han llegado ahora las relaciones con EEUU.

Con la sensibilidad de todo el país, Santa Cruz sigue atenta las sesiones de La Haya. De aquí también han partido propuestas para la mediterraneidad, algunas novedosas. Un estudio de Germán Carrasco, de la Sociedad de Estudios Históricos y Geográficos, planteó intercambiar territorios sin timidez. Si hubiere dificultades en departamentos occidentales para un eventual canje ¿qué tal ofrecer un área cerca a la frontera con Brasil? El estudio tiene un señuelo inescapable: la zona sería imán para inversiones chilenas proyectadas hacia Brasil y el Atlántico.

Los vecinos brasileños retribuirían por las mismas razones, asociados al impulso exportador de la economía chilena, en una dinámica que incluiría a todo el Cono Sur del continente

lunes, 18 de mayo de 2015

no equivocarse Evo. la historia de China hay que leerla completa. pretender emular a los "caudillos que mataron por millones" no es aconsejable. "Saber hacer maletas" es lo más sabio, no cuando salir del poder hace temer las consecuencias.

El expresidente Jorge Tuto Quiroga sugirió este domingo al presidente Evo Morales, leer la historia de la revolución china que dejó millones de muertos, y aconsejó también imitar al líder demócrata brasileño José Sarney, para “no acabar en el basurero de la historia”, como los exdictadores chinos, africanos y latinoamericanos.

Esos comentarios surgieron luego que Evo Morales pidiera el viernes unidad al congreso departamental del MAS en Cochabamba, para que el proceso de cambio “sea como en China y gobernar para toda la vida”.
Tuto Quiroga consideró una mala señal tan solo el intento de perpetuarse en el poder, como varias figuras autoritarias en el mundo.
Quiroga sostuvo que el presidente Morales no conoce las primeras décadas cruentas de lo que era la revolución China, cuando millones de personas opositoras eran reprimidas, asesinadas, fusiladas, torturadas, y otros millones morían de hambre. 
“Espero que no esté hablando que quiera hacer lo mismo, siguiendo lo que hizo el Partido Comunista en China. Ya tenemos suficientes asilados y presos políticos para querer intensificar la represión. Le recomiendo se interiorice de esas décadas, que son totalmente diferentes de lo que fue la época de Deng Xianping y la bonanza económica después del 70”, declaró a los medios.
Recordó que todo gobernante autoritario siempre buscó perpetuarse en el poder y citó a Augusto Pinochet en Chile, Hosni Mubarak en Egipto, Muamar el Gadafi en Libia, Idi Amin Dada, llamado el carnicero de Uganda, "quienes en algún momento pensaron lo mismo que Evo Morales y no se quedaron en el poder, sino en el basurero de la historia”.
Manifestó que “este gobierno claramente quiere eternizarse en el poder, por eso violó la Constitución para el tercer mandato, por eso enjuician y exilian a centenares de bolivianos, hostigan a la prensa, copan instituciones, inhabilitan opositores, hacen desaparecer siglas enteras y candidaturas específicas a nivel regional, local, y roban votos para tener dos tercios y quedarse en el poder”.
También le dio otra recomendación a Evo Morales: leer la sabia frase de José Sarney,  legendario senador brasileño y primer presidente democrático - después de un largo período de gobiernos militares – a quien noche antes de dejar el poder le preguntaron qué iba hacer, y decía que “democracia es que los presidentes sepamos hacer maletas en las fechas establecidas en la Constitución”.
“Ojalá Evo Morales aprenda hacer maletas, porque a los gobiernos populistas les gusta el poder, los palacios. Por eso se quedan al principio, pero después se quedan porque tienen pánico a dejar el poder y responder por lo que hicieron; se vuelven rehenes del poder, tienen miedo caminar libremente en la calle por la corrupción, la represión y actos dolosos que cometieron”, manifestó.
Quiroga observa en el deseo de Morales de imitar a la revolución china, una necesidad de sobrevivencia política, porque el actual mandatario no podría desde el llano responder por todo lo que ha hecho.

lunes, 4 de mayo de 2015

modernizar las FFAA comprando 16 misiles, 20 aviones, 40.000.- rifles. no se da un total aunque se estima pasará el gasto de 400 millones de dólares. sería formidable y en buena hora, pero...los turbios negocios dentro de estas FFAA, como la compra de barcazas chinas, la quiebra de la Inndustria de Armas, y otros aconsejan tratar el tema con extremo cuidado y mostrar claridad y transparencia. El Deber de SC

Soplan vientos de modernización en la Fuerzas Armadas de la nación: se ha anunciado la compra de 16 radares de fabricación francesa por un valor de más de 200 millones de dólares, así como la adquisición de una veintena de aviones y de 40.000 rifles, cuyos costos aún no han sido revelados. Con ello se pretende, según se informó, que la institución castrense esté mejor dotada para sentar soberanía en cielos bolivianos, sobre todo en la lucha contra el narcotráfico y el contrabando.

Cabe aclarar que algunos de los radares serán destinados al control del tráfico aéreo civil-comercial, operación que ahora solo cuenta –aunque cueste creerlo– con uno solo de estos aparatos, en la ciudad de Cochabamba. Es obvio que las referidas adquisiciones forman parte del equipamiento básico que toda institución militar que se precie de competente debería tener. Más bien, uno se pregunta por qué se ha demorado tanto en tenerlo, considerando que a las Fuerzas Armadas se le asigna una parte importante del Presupuesto General del Estado, en detrimento de otros sectores públicos –como el de la salud– cuyos servicios a la población boliviana están a punto de colapsar.

Con mayor razón, el potenciamiento de las Fuerzas Armadas se debe llevar a cabo dentro de un marco de estricta racionalidad, cotejando solo las más apremiantes necesidades con equipamiento eficiente, pero con un costo ajustado a nuestra realidad económica. Asimismo, las millonarias inversiones militares que se vienen deben someterse a una rigurosa fiscalización por parte de las instancias correspondientes, a fin de que no se repitan emprendimientos de dudosa factibilidad, como lo fue la creación de la Empresa de Construcciones del Ejército, cuyo fracaso ha causado un gran daño económico al Estado, con el agravante que no hay quién se responsabilice de ello.

En definitiva, la modernización de las Fuerzas Armadas debe hacerse en función del verdadero rol constitucional de la institución; que la inversión militar desestime todo afán de querer comprar lealtades para acaparar poder –algo innecesario en tiempos de democracia– y que se destine exclusivamente a proteger la soberanía patria, que, hoy por hoy, está siendo menoscabada por las intensas actividades delictivas de bandas que se desplazan con asombrosa facilidad por el espacio aéreo, acuático y terrestre de toda nuestra geografía nacional