miércoles, 29 de abril de 2015

Karen Arauz se refiere a la inédita democracia plurinacional, Evo Morales está mostrando ante el mundo entero, de forma mañosa cómo se puede torcer la voluntad popular y "meterle con todo" para retener el poder...lo que no sería posible sin un Tribunal doblegado y sumiso





¿HACIA LA OCLOCRACIA DEL SIGLO XXI?




Los esfuerzos desplegados por el gobernante MAS  a fin de borrar cualquier huella opositora en las Gobernaciones del Beni y Tarija, han alcanzado niveles históricos. La denodada tarea cuenta con un protagonista de primera línea, nada más y nada menos, que su caudillo por antonomasia :Evo Morales Ayma. Para mayor abundamiento, además de  Presidente de Bolivia, es  Dirigente de las Seis Federaciones de Productores de Coca del Trópico de Cochabamba. Un par de títulos bastante impresionantes por el desmandado poder que le otorgan.

Para nadie es un secreto, cuál es la idea de Democracia que manifiesta. Eso de gobierno de las mayorías con respeto de las minorías,   el estricto cumplimiento de la Constitución y un Estado de Derecho a toda prueba, no forma parte de la conducción del estado boliviano.

La inédita democracia plurinacional, es el gobierno con Evo Morales  a la cabeza y secundado por su vice y un par de ministros muy avispados para quienes la democracia, entendida universalmente de otro modo, ha pasado a ser una retórica derechista, imperialista, colonialista e incómoda.  Evidentemente, hay  mecanismos de la democracia que resultan muy útiles -como ser los procesos electorales-, que les brinda la necesaria legalidad. El problema radica en la dudosa legitimidad  por la designación caprichosa y arbitraria de los actores a cuyo cargo está la administración de esos procesos. Las elecciones no tienen por objeto la dominación de la ciudadanía. La mayoría no debiera ser entendida como un cheque un blanco o una licencia suprema para arrinconar. El votante ejerce su libertad y bajo ningún concepto debiera tener como finalidad, el lograr uniformidad en el accionar político y menos por supuesto, rendir pleitesía. 

Nada de eso sería posible sin ese doblegado  conjunto de personas designadas para llevar a cabo elecciones pegadas a sus dictados conocido como Tribunal Supremo Electoral. La gobernabilidad de un estado, no depende de cuán hábiles demuestren ser para restringir las libertades fundamentales. De lo que se trata, es de mantener en inmejorables condiciones  a las instituciones, y para ello no se puede admitir sometimiento de  todos los poderes del estado al poder central. 

El paladín del proceso de cambio, está dando muestras inocultables de su inclinación stalinista  por acciones con cariz de purga para limpiar el camino de cualquiera que ose disentir con sus planes hacia la perpetuación en el poder. Estas horas previas de la forzada segunda vuelta en Tarija y Beni, son el peor momento para los opositores, que son tratados como quintacolumnistas a los que hay que excluir sin ningún pudor, menos ética.
Apelando a la candidez de los bien pensados, ya lanzó su desafío en sus territorios cocaleros, al pedir que se encuentre su sucesor. Ojalá no  seamos muchos ni tan mal pensados, pero es una maniobra un tanto burda considerando que el desafío lo lanza en el lugar donde más satisfechos están con esta gestión. Y las razones saltan a la vista y son sin duda, la más sólida congregación dispuesta a todo con tal de proteger a su gallina de los huevos de oro. 

Tanta es la seguridad que tiene en su caudillaje,  que Morales Ayma "reloaded" reta a duelo a los indígenas afirmando que la pretendida carretera por el Tipnis, se hará quieran o no.  Le faltó expresar parte de su pensamiento:  "si gana la oposición" . Porque si el MAS se hace del territorio beniano, la frontera agrícola hacia el parque Isiboro Sécure, será la primera gracia que el caudillo otorgará a sus leales. Porque el discurso de cerrada defensa de la madre tierra y el supuesto gobierno indígena, es un soberbio cliché para venderles a los incautos europeos. Pero algunos criollos por ahí, en realidad parecemos más de lo que en verdad somos.

Amerita hacer un esfuerzo de verdad titánico en Tarija. Ineludiblemente no  cederán el cofre del tesoro. Menos el secreto de los doblones faltantes. En la sarta de advertencias que (a la oposición "ni agua" ) acaba de agregar  un claro mensaje: para él, el Pacto Fiscal es innecesario.   Siempre tiene una salida a mano. Dos mensajes contundentes a los Departamentos que bien podrán ser el punto de inflexión.

Lamentablemente existe prueba incontrastable de la degradación de la democracia en Bolivia. Diez cocaleros serán despojados de sus tierras de cultivo de coca porque se alinearon con la oposición en las elecciones de marzo. Lo peor es que cuatro de ellos ganaron sus concejalías en desmedro de los candidatos oficialistas. Hoy, son tildados de traidores. Y con seguridad, gracias al acoso político y la sentencia que pende sobre sus cabezas, sólo les quedará el autoexilio. Y esto ya supera el ámbito de la especulación.

Karen Arauz

sábado, 18 de abril de 2015

aplaudimos con frenesí, la valentía de LTD en poner los puntos sobre las íes, cuando se trata de política exterior y de la reincidencia de los "confrontacionistas" Venezuela y Bolivia, justamente cuando hay signos de estar volviendo la cordura al Continente.

Hace unos días, cuando en Panamá se llevó a cabo la VII Cumbre de las Américas, una ligera corriente de esperanza se extendió a través de nuestro continente pues los más principales exponentes de los fanatismos políticos e ideológicos que tanto influyeron durante las últimas décadas parecían relegados a un lugar marginal en el escenario político latinoamericano. Los términos cordiales con los que se selló la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos fue la máxima expresión de esa tendencia.
Pocos días han sido suficientes para atenuar el optimismo, pues recientes hechos han confirmado que no será fácil que el ejemplo dado por el régimen cubano y su contraparte estadounidense sea seguido por quienes no conciben la actividad política sin contaminarla de alguna forma de beligerancia.
La ofensiva de una facción de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia contra efectivos militares de ese país es un ejemplo de lo dicho. Y otro, el empecinamiento con que el Gobierno venezolano se aferra a la retórica bélica con el propósito de transferir a factores externos la responsabilidad por los males que agobian a su país.
La furibunda ofensiva diplomática del Gobierno venezolano contra España es la más reciente pero no la única expresión de esa forma de actuar. Seguramente impedido por el notable viraje cubano a perseverar en su ya desacreditada retórica antiestadounidense, el presidente Nicolás Maduro no ha tenido mejor idea que apelar a los más rudimentarios sentimientos nacionalistas para renovar el victimismo del que se nutre su régimen, pero ha llegado en su intento a extremos tan burdos que ya no hay, ni siquiera en sus propias filas, quien tome muy en serio sus exabruptos.
Otro ejemplo de esa actitud es el balance que Nicolás Maduro hizo al regresar a su país de la Cumbre de las Américas.
Aseguró que en Panamá había logrado la victoria diplomática “más grande de la historia de Venezuela”. “Si somos grandes en lo político, diplomático y humano seremos capaces en lo económico, en estabilizar la vida del pueblo”, dijo, al informar que estaba preparando los detalles de un conjunto de medidas económicas.
Es ahí, cuando de afrontar el colapso de la economía de su país se trata, que el apego del Gobierno venezolano a una retórica belicista cada vez más distante de la realidad se manifiesta con toda su vulgaridad. “Nueva fase del plan contra la guerra económica” ha denominado a su nueva estrategia y ha advertido que “será demoledora”.
Para dar algún aspecto de seriedad a su plan, Maduro ha destacado el hecho de que esta vez cuenta con el asesoramiento de un equipo de extranjeros, entre los que ocupa un lugar muy destacado el ministro de Economía de Bolivia, Luis Arce Catacora, en cuyas manos Nicolás Maduro ha depositado sus esperanzas en un milagro que detenga la caída al abismo de la economía venezolana.
Lamentablemente, el Gobierno venezolano no muestra ni la más mínima predisposición a enmendar el rumbo, lo que hace inútil cualquier consejo por bien intencionado que éste sea. Razón más que suficiente para esperar que el Ministro boliviano no ponga en riesgo su propio prestigio y el del Gobierno al que representa al alinearse con una causa perdida.

martes, 14 de abril de 2015

tiembla Evo ante la presión cada vez mayor de modificar el tipo de cambio. empresarios se quejan porque Argentina y Brasil introducen productos a menor precio que hace temer por la economía. Evo ha prohibido a "sus medios" hablar del tema. se agrava la cuestión según Siglo21.

El tipo de cambio, fijo desde 2006, se ha convertido en un problema que, por un lado, tiene paralizado al gobierno, y por otro tiene a empresarios que exigen una devaluación.
El gobierno está paralizado porque teme que cualquier movimiento en el tipo de cambio pueda provocar temores y luego una corrida de ahorristas.
Los ahorros en moneda nacional en el sistema bancario equivalen a US$ 13.000MM, y los ahorristas podrían optar por retirar sus ahorros o cambiarlos a dólares.
Los empresarios muestran que en este momento las monedas argentina y brasileña muy devaluadas están provocando que ingrese azúcar y arroz de contrabando perjudicando a los productores nacionales.
La propia CAMEX ha hecho un pedido formal para una devaluación, con el argumento de que los productos nacionales se han hecho muy caros en el exterior, y resulta difícil exportarlos.
Desde 2006, el gobierno no usa el mecanismo del bolsín del Banco Central y ha optado por una cotización fija.
Cuando se creó el bolsín, en 1997, la cotización era de Bs 2 por cada dólar y en veinte años esa cotización llegó hasta Bs 7,05 por dólar. La devaluación había sido de Bs 5 durante esas dos décadas.
Pero en la década del gobierno del MAS la paridad ha sido frenada en seco, lo que está generando la tensión que se vive ahora, con el gobierno paralizado de miedo y los empresarios exigiendo una devaluación.
Cuando cayó Sánchez de Lozada no se produjo ningún trauma financiero debido, probablemente, a que la moneda había sido devaluada paulatinamente durante veinte años.
Ahora que el cambio ha sido paralizado, el MAS mira con pánico la posibilidad de modificar la cotización. Un error que se agrava conforme pasan los días.
Una de las razones por las que el tipo de cambio no va a ser modificado es porque la fortaleza de la moneda boliviana ha sido presentada como una demostración de independencia y desafía al imperio, un concepto fácil de entender pero profundamente equivocado.
Más aun significaría encarecer los precios de las importaciones que ahora hace el Estado para abastecer el mercado interno de combustibles y alimentos. Lo paradójico es que también se daría un golpe al contrabando de combustibles que salen del país y de alimentos que entran.
Otro de los motivos es que el ministerio de economía está concentrando sus esfuerzos en la captación de impuestos, es decir busca usar la política fiscal y no la monetaria para estabilizar la economía. En este sentido se puede esperar que las multas a las empresas que pagan impuestos en el país continúen junto a la persecución de empresas legales.
Detrás de todo esto está por supuesto el consumo interno que ha sido pregonado como el gran logro del ministró Arce. Sin embargo, las cifras oficiales no logran mostrar cuál es el verdadero efecto del sector informal sobre la demanda interna y sobre todo el efecto del sector ilegal sobre esta demanda.
El boom de la construcción que es uno de los principales motores de la demanda interna está estrechamente ligado al narcotráfico; lo saben la mayoría de los bolivianos pero no figura en las cifras oficiales.

El tipo de cambio tiene poco efecto sobre el narcotráfico pues este usa el dólar como moneda.